No se que día será cuando leáis este post, pero yo lo escribo en martes y trece. Ya sabéis lo q dicen de estos días, pues hoy, parece q los astros se han conjugado para q las cosas se fueran torciendo en mi vida. Esto me ha despertado diferentes sentimientos… Tristeza, rabia… Y me ha hecho reflexionar sobre la dificultad de la aceptación de los hechos q nos ocurren.
Personalmente estoy convencida, de que uno de los aprendizajes más difíciles de esta vida, es el de la tolerancia a la frustración. Supongo que a todos nos resulta complicado, aceptar q las cosas no son o no salen como hemos planeado, o como nos gustaría que fueran. Y veo especialmente complicada la aceptación de los temas ligados a la salud, ya sea propia, cómo de nuestros seres mas cercanos y queridos.
Pienso que el momento de comunicar un diagnóstico, es especialmente duro, sobretodo para quien lo recibe, porque no olvidemos que el portador de la noticia, también es una persona con su propia mochila personal. Pero quiero volver al enfermo, desde el momento del diagnóstico….. ¿Uno ya es «un enfermo»? ¿Se siente enfermo? ¿ Ha aceptado su nueva situación? ¿ Cuanto va a tardar en aceptarla?
Como dice mi estimado compañero Jose Blanco en su post del nuevo propósito: «….que tengo diabetes, pero de ahí a ser diabético va un mundo»
En nuestros talleres de diabetes, hay muchas personas que llegan con esa idea… Que su médico les ha dicho que la tienen, pero ellos no se sienten ni enfermos, ni limitados, ni diabéticos. Tratamos de explicarles lo que es su enfermedad, mediante actividades informativas. En este sentido, resultan además, muy enriquecedoras las experiencias personales. Conforme avanza el curso, es curioso ver, cómo los participantes van cambiando su percepción de lo q les ocurre. Como el saber que pueden influir en la evolución de su enfermedad, mediante los hábitos que adopten, les hace mejorar y aumenta su aceptación.
Así que hoy, después de todo esto que os he contado, no me queda mas remedio que relativizar , y aceptar mi día, como uno mas de esos en los que parece que el viento no sopla a favor, sabiendo que en realidad las personas que quiero duermen tranquilas, y que yo tengo la posibilidad de verlo y compartirlo.
Me gustaría dejaros citando a Sabina y su canción noche de bodas, en la q dice:
» que todas las noches, sean noche de boda y q todas las lunas, sean lunas de miel»
Begoña Belarra
A ti!!
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Cada día aceptando nuestro día, siempre viviéndolo, que de eso se trata. Gracias compañera!!!!
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