Hace unos cuantos años fui a un curso de Risoterapia, no sabía muy bien qué era eso, ni para qué servía en realidad pero me atrajo eso de pasarme dos días en los que mi objetivo iba a ser reírme….Reírme de todo, reírme de mí misma, de las situaciones que se dieron allí, de mis compañeras hasta ese momento totalmente desconocidas… La verdad es que fue una experiencia sumamente agradable y sobre todo divertida, eso sí cuando termine tenía agujetas en todos los músculos de mi cuerpo, incluso en aquellos que no sabía ni que existían
Estaréis pensando…. ¿Y por qué os cuento esto?…..pues porque desde ese momento valoré mucho más profundamente una buena risa, el optimismo, lo que me agrada toparme con una persona que lleve una sonrisa en su cara y no una mirada huraña….y por eso decidí que yo iba a ser así. Y me dije…. ¡QUIERO ser optimista y PUEDO ser optimista…..así que LO VOY A CONSEGUIR!!!
Así que sí, me considero una persona que se podría definir como optimista….. ¿Y os preguntareis por qué? Pues os lo voy a contar, pero… pssssss no se lo contéis a nadie……aunque pensándolo mejor…. ¿Por qué no? Claro que sí!!! Pregonarlo a los cuatro vientos, cuantas más personas optimistas haya en este mundo más agradable será vivir en él.
Todos los días nos topamos con pensamientos negativos, nuestros o de los demás, porque si….. abundan en este mundo. Pero cuando estemos delante de ese pensamiento podemos hacer dos cosas, meterlo en nuestra mochila y que esta poco a poco se vaya llenando hasta que pese tanto que ya no podremos con ella, sino que ella podrá con nosotros.
Pero también podemos hacer otra cosa y es echarlo de nuestra mente, no es bienvenido en nuestra casa, por lo menos en la mía no. Los sentimientos negativos nos traen tristeza, desesperanza, angustia….Los problemas nos pueden servir para madurar emocionalmente y hacernos más fuertes. Además si pensamos de una forma más positiva disminuirá nuestro estrés, nuestras relaciones sociales, familiares y laborales serán mejores. Y lo que es mejor disfrutaremos de cada pequeña cosa que hagamos a lo largo del día.
Si normalmente ves la botella medio vacía me vas a decir….¡claro, para ti es fácil pero no para mí porque yo tengo muchos problemas! ¡CUIDADO!!! Ese es un pensamiento muy negativo y yo te sugiero que pruebes a cambiarlo, seguro que serás más feliz. Yo, como todo el mundo tengo mis problemas, unos más graves y otros menos pero lo que si he experimentado en mis propias carnes es que la manera en que me enfrente a los problemas aunque no los va a hacer desaparecer, si lo hago viendo la botella medio llena, me va ayudar mucho a llevar mejor esos problemas. Nuestras acciones se basan en nuestros pensamientos, si cambiamos nuestros pensamientos cambiarán nuestras acciones. Así que…. ¿A qué esperas? ¡Ponte en marcha!!!
Cuando llegue a tu cabeza ese pensamiento negativo, haz que te salten las alarmas, detéctalo. Dale la vuelta y di lo mismo pero desde un punto más optimista. Respira profundamente y repítetelo, las veces que te haga falta, para que no se te olvide. Ten en la recamara un “comodín” para cuando no se te ocurra algo positivo. Y sobre todo…practica….todo lo que puedas…como todo, al principio cuesta pero si le pones empeño se consigue. Y si no te sale, ven a nuestros talleres y lo trabajaremos contigo 😉
Me despido hasta el próximo post, compartiendo con vosotros una canción que me parece una buena banda sonora para este post.
Porque sí …..SER OPTIMISTA ES MI ELECCIÓN….¿Y la tuya?
Esti Gamboa
Gracias por este baño de positivismo!!! Si todos hiciéramos un ejercicio similar unos pocos minutos cada día podríamos combatir a toda es maraña de oráculos del desastre que auguran la llegada de la catástrofe. No salgas que te vas a enfriar, no corras que te va a dar algo, no votes a este que las cosas pueden ser peores, no dejes esa mierda de curro que seguro que no encuentras otro, no dejes salir a tus hijos porque acabarán siendo borrachos… Estos oráculos no dejan de trabajar ni un minuto y su canción es ya nº1 en las listas de temas más vendidos y¡comprados! Pero no siempre aciertan, es más, muchísimas veces hierran. Fijaos que aunque pregonan lo contrario, en Euskadi hay días en los que también luce el sol.
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