Hoy es un día normal.
Me he levantado contenta, lo habitual.
Tengo buen carácter, en general me enfado poco. Pero cuando me enfado lo hago muchísimo. Y eso me ha pasado hoy.
He notado como me subía el calor desde el estómago hasta la cabeza y me salía en forma de rayos que podrían fulminar a la persona que tengo enfrente (esto lo imagino solamente)
No sé si habéis notado algo así, pero todos podemos imaginar el daño que nos hace, la energía que nos quita y lo cansados que nos quedamos.
También lo que nos sube la glucosa.
Se liberan a la sangre hormonas como la adrenalina o glucocorticoides que preparan a nuestro organismo para la acción ( es decir, comerme a la persona que tengo delante.. o echar a correr para escapar de ella) y estas hormonas liberan glucosa a la sangre para dar a nuestro cuerpo mas energía. Lo que produce en nuestro organismo un pico alto de glucosa.
Intento cuando esto me sucede controlar en la mayor medida posible la espiral en que se convierte.
Respirar profundamente varias veces seguidas. Coger aire contando tres, mantenerlo contando cuatro, soltarlo contando siete
Me imagino viendo una película donde yo soy la protagonista, pero ESO no está sucediendo, es solo una escena irreal. Poco a poco consigo que descienda el nivel de tensión.
Y me queda el resto del día para hacer ejercicio suave que haga que mi glucosa descienda lentamente y segregar otro tipo más benigno de hormonas, las endorfinas, que hacen que recobre el bienestar.
Magdalena Vázquez