Mi madre sufre dolor crónico. Toma varios medicamentos al día para el dolor. Tiene ratos mejores y peores, lo que le lleva a tener días mejores y peores, y sobretodo noches. No se por qué, pero parece que por las noches los dolores aumentan, o por lo menos su percepción. Será que simplemente al no tener mas estímulos externos, nos hacemos más conscientes de nuestro mal..??
Ha visitado a todas las clases de masajistas, fisioterapeutas, reflexólogos, acupuntores, curanderos, naturistas y demás gremios relacionados, que os podáis imaginar. Desafortunadamente lleva una larga trayectoria en este sentido, y después de todos ellos, siento no tener una fórmula milagrosa para regalaros que resulte curativa. Algunas cosas le han resultado más útiles que otras, pero en este sentido, creo que lo más prudente es personalizar, ósea que lo que a mi madre le ha mejorado durante una temporada, no tiene por qué funcionaros a vosotr@s, por lo que no me atrevo a señalar nada como valido. Lo que si me gustaría, es recomendaros que os pongáis únicamente en manos de profesionales titulados. Las personas que sufren dolor crónico tienen temporadas en las que les resulta más difícil sobrellevar su situación, y son candidatas a ser timadas con facilidad, por lo que os recomiendo que solo confiéis en profesionales cualificados.
Me costo mucho tiempo entender su actitud y su comportamiento. Es una persona que se mantiene lo más activa que puede y que goza de un humor admirable, siempre tiene una sonrisa para regalarte. Me resultaba difícil de asumir que realizara determinados esfuerzos físicos, que yo pensaba que le podían generar más molestias. Luego, he entendido que necesita exprimir los ratos en los que se siente bien, que le produce bienestar hacer esas tareas aunque sepa que después va a tener dolor, que es consciente de que lo haga o no, le va a doler, así que decide conscientemente, aprovechar los ratos buenos en tareas que le gustan y le produce bienestar realizarlas. Decide buscar su felicidad aún con dolor.
Las noches en general, las pasa mal. Le cuesta mucho dormir mas de 4 horas seguidas. Desde hace unos años va a clases de yoga, disciplina que junto con la practica de la relajación, le ayuda a no crisparse ante el insomnio. Toma medicación que le ayuda a conciliar el sueño, pero aún así hay noches en las que no siente que descansa. Es importante tomar la pastilla para dormir media hora antes de acostarse y en cuanto empeceis a sentir sueño, acostaos. Tampoco debéis descuidar las horas de las pastillas para el dolor, recordad que es más fácil aliviar el dolor leve que el intenso. No os sobremediqueis, si sentís que la pauta no es suficiente, consultad con vuestro médico, pero no os añadáis medicación por vuestra cuenta, puede generaros problemas mayores.
Conocí una persona que me contó que padecía dolor en los brazos y que todas las noches se perfumaba las muñecas antes de acostarse, en un intento de buscar una percepción positiva o agradable en sus brazos a través del olfato, era como reconciliarse con esa parte de su cuerpo que le había proporcionado tantas sensaciones desagradables.
Podría hablaros ahora de lo que los libros dicen de la percepción del dolor, pero me vais a permitir que lo haga en otra ocasión, porque ahora quiero hablaros un poco de mi. El papel de los cuidadores en estos casos es muy importante. Yo no puedo cuidar de mi madre, es autónoma, pero si le acompaño. Es importante para ella no sentirse sola, poder tener alguien con quien hablar y expresar como se siente, sus preocupaciones o inquietudes….. Es tranquilizante saber que estas siempre al otro lado del teléfono…… ( menos mal que han inventado la tarifa de llamadas ilimitadas…!!!). Así que si sentís la necesidad de ayudar a algún ser querido y cercano a vosotros pero no sabéis como, no os preocupéis, es probable que solo esperen de vosotros que les acompañéis mientras andan su camino. A veces, solo necesitamos escuchar….
Os dejo con una canción que me sube el animo, a ver si os funciona…. Gracias a la vida de Mercedes Sosa.
Begoña Belarra