Mala guardia

Supongo que en la mayoría de las familias hay un profesional sanitario, como mínimo, pero aun así quisiera correr el riesgo de compartir mi realidad laboral.

Si colocáramos 4 personas de pie formando un círculo entre ellas, y dentro de este, dibujáramos el número 6 en el suelo…… A la pregunta de ¿ qué veis? … Las respuestas serían diferentes en los 4 casos. ¿ Creéis que alguna de estas percepciones es errónea? ¿ Creéis que podría ser enriquecedor para cada uno de los participantes, conocer la visión de los demás? Mi opinión es que sí sería enriquecedor, y eso es lo que pretendo hacer hoy, compartir mi visión de un día de trabajo, con el único ánimo de ayudaros a entender.

 

Hace una semana tuve una mala guardia. Hay días en los que 24 horas seguidas trabajando, resultan ser muchas horas.  Acudieron varias personas con problemática social, porque ya sabéis q si la guardia empieza de esguinces, no verás solo uno…!! Pero os contaré uno de los casos solamente.

Atendí a una persona, de la que no voy a revelar detalles, solo os contaré que vivía una situación familiar límite, sin salida aparente, que le exigía mucho sacrificio y sufrimiento, mucho trabajo y dedicación, que duraba ya años, y que esto le había provocado en este momento, un  agotamiento físico y tal desgaste psíquico que le tenía bloqueada. Acudió por dolor en el pecho, con sensación de dificultad para respirar, de ahogo. Descartamos que tuviera ningún problema  cardiaco ni respiratorio agudo, y tras escuchar su historia personal concluimos que sufría un cuadro de ansiedad.

 

No sé explicar lo gratificante que me resulta ayudar a personas con estos problemas, como tampoco se expresar lo frustrante que es no poder hacerlo. Debemos conocer e informar de los diferentes recursos sociales que existen a nuestra disposición. Pero….. Todos queremos que nos ayuden? O hay veces en las que nos bloqueamos, no sabemos qué hacer y cómo hacer para permitir que las ayudas nos puedan llegar?? Tendrá esto que ver con las creencias personales de lo que » pensamos que merecemos»? Tendrá que ver con la educación recibida? Puede ser que simplemente busquemos no defraudar a aquellos que sentimos que dependen de nosotros? Nos creamos nuestras propias trampas mentales?

 

Estas son algunas de las preguntas que me hice ese dia, supongo que derivadas de la frustración de no poder hacer más y de la concepción del propio trabajo.  Entiendo que las relaciones entre sanitario- paciente están evolucionando de una postura claramente paternalista, a otra más participativa y de consenso, no hablo de situaciones de gravedad en las que únicamente cabe hacer lo que hay que hacer, hablo del resto. Me gusta escuchar las prioridades de mis pacientes, respetarlas y ayudarles a conseguir sus metas, haciendo q se sientan dueños de la situación. Todos  los días, voy aprendiendo cómo encontrar la mejor forma de conjugar lo que creo que debe ser, lo que ellos creen que debe ser, lo que puede ser y lo que quieren que sea….. Difícil tarea?

Bego Belarra

Os dejo con Fito…. Nunca se para de crecer, nunca se deja de morir

Un comentario

  1. Hola Begoña y a todo el equipo del blog.

    Además de Fito :), ha despertado mi interés lo siguiente que has escrito:
    «Descartamos que tuviera ningún problema cardiaco ni respiratorio agudo, y tras escuchar su historia personal concluimos que sufría un cuadro de ansiedad.»

    Creo que tu vivencia es un claro ejemplo del reto al que se enfrenta el sistema sanitario y la solución a dicho reto no está dentro del propio sistema sanitario, está fuera.

    Durante décadas, las sociedades que han desarrollado un estado de bienestar se han dotado de un sistema sanitario potente capaz de atender las enfermedades agudas, generando grandes mejoras en la calidad de vida de las personas y un aumento de su esperanza de vida. Los servicios sociales, sin embargo, no han precisado de la existencia de una red tan potente, pues los cuidados quedaban resueltos por el entorno familiar y fundamentalmente por las mujeres. Cuando cambia la prevalencia de enfermedades de agudas a crónicas, y además los cuidados hay que abordarlos desde un entorno más profesional e institucional, se producen cada vez más disfunciones.

    No hay una crisis en el sistema de salud, hay una crisis de los cuidados.

    Las principales mejoras experimentadas en la salud y el bienestar de la población en los últimos 150 años, se han atribuido a los avances en un amplio rango de factores sociales, económicos y físicos. Esto significa que, más allá de la gran importancia de contar con un sistema sanitario público de calidad, es imprescindible actuar sobre estos factores sociales para mantener y mejorar la salud. Expresado de manera sencilla, la salud empieza en nuestras casas, nuestras escuelas y nuestras comunidades.

    Mientras esto no suceda, deberemos agarrarnos al buen hacer, más allá de su trabajo, de profesionales como tú, que por fortuna son muchos en Osakidetza.

    Un saludo.

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    • Hola, estoy de acuerdo contigo en q nuestro gran reto futuro es ampliar la visión y alcance de nuestros servicios… Incluyendo el aspecto social p supuesto..!! Porque si las previsiones son ciertas y dentro de no demasiados años, 3 de cada 4 personas van a morir a consecuencia de una enfermedad crónica, creo q nuestro mayor reto será contemplar y abarcar todas los ámbitos de la vida de una persona… Y si, veo como tú, q deberíamos trabajar y potenciar más el ámbito sociosanitario para poder mejorar la sensación de bienestar de nuestros usuarios. De hecho detalles como el q ahora se empiece a hablar de la historia sociosanitario del paciente, ya me parece dar un paso adelante en esa dirección en concreto. Tb comparto tu visión de q somos nosotros los q deberíamos salir para enseñar.. Escuelas, asociaciones … Damos un servicio, igual hay ratos en los q se nos olvida…!!?? … Gracias p tu comentario. Ha sido un placer leer tus aportaciones.

      Un saludo

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