Cuantos de nosotros nos damos permiso para pararnos a cuestionar si todos los pensamientos que nos pasan por la cabeza nos son útiles en ese momento o nos valen, o que no nos dejemos llevar por ellos?, para si no es así, darles carpetazo y pasar al siguiente?.
Ahora no trabajo fuera de casa, y una de las cosas que decidimos hacer es que mi hija saliera del comedor del colegio y viniera a casa a comer todos los días. Mi hija la mar de encantada, mi marido encantado y yo también estoy encantada (… estaba??… estaré??…), aunque ahora ya puedo entender lo que decía mi madre “hacer la comida a diario es un trabajo muy ingrato”, pues te pasas mucho tiempo pensando que poner, en mi caso pensando qué poner que sea coherente con mi enfoque de una alimentación saludable y que no resulte aburrida, que guste (más o menos..), comprar los ingredientes que se van necesitando, y cocinarlo para que en cuanto lleguen se coma en 20 minutos máximo y cada uno de ellos se vaya a sus “quehaceres” y yo me quede recogiendo la cocina.
Más de una vez me ha pasado que me pongo a pensar mientras estoy recogiendo, “hasta qué punto es justo que esté recogiendo la cocina yo, cuando soy quien ha cocinado, ha hecho la compra para la comida y ha estado estrujándose para ver que comemos cada dia”. Resulta que este pensamiento me lleva al siguiente pensamiento: “ pues no es nada justo y me parece increible que yo esté recogiendo la cocina”, El caso es que este último pensamiento me lleva al siguiente: “ jolín esto es un asco, no sé que hago recogiendo la cocina cuando tendría que hacerlo mi marido o mi hija que ya es mayorcita”, y por supuesto el siguiente pensamiento, como no: “ ya está bien, esto es increible, paso de hacer esto más, no valgo para esto, tenemos un GRAN problema, si piensan que soy su CRIADA lo llevan claro, me voy a largar de aquí dos años a la india y valorarán realmente lo que hago….”. Ya no me da tiempo a pensar más pues mi marido de repente me dice, Ani puedes acercarme la jarra de agua por favor que la tienes al lado?, y claro, yo YA ESTOY ENFADADA y le digo: “cógela tú que para eso tienes piernas¡¡”.
La conversación no ha sido exactamente así ya que la realidad es que las palabras que usa mi mente son bastante más fuertes, para darle más énfasis a mi parloteo claro, pero tal y como lo he puesto es suficiente para entender lo que quiero decir.
No me pregunté en ningún momento si ese pensamiento de alguna manera me era útil, si era necesario seguir con él o por ahí ya que lo que hago, lo hago por pura elección.
Ese pensamiento me generó una emoción negativa, podría haberlo parado de haberle puesto conciencia y haber reflexionado respecto a lo que yo solita estaba generando, y todo eso en unos 3 o 4 minutos, no he necesitado más tiempo para cambiar mi ánimo.
Ahí seguimos avanzando, poco a poco consigo poner estos pequeños cambios en prácticas, así que ni tan mal¡.
Ani Galende
Admirable honestidad la tuya hermanita! La cuestión es: alimento este pensamiento o lo.mató de hambre?
Te amo hermanita
Me gustaMe gusta
Ani, creo que todos tenemos esos pensamientos en un momento, en un microsegundo y que, por suerte, somos capaces de verlo con la objetividad con la que hay que verlo.
No obstante, si como (alguna otra) vez en tu casa, espero no dar lugar a ello. Piendo recoger todo, todo.
Divertida la forma de expresarte. Siempre me gusta leerte.
Mav
Me gustaMe gusta
jajajaja Ani.. me encanta sentir tu enfoque! !! pero cambia tu pensamiento. ..
que gran suerte tener ese trabajo y disfrutar de lo que quieres comer y de los tuyos… sabiendo lo que comen y el cariño que preparas. !!!ttodo un privilegio… cuyo precio de recoger la cocina es minoritario.
te quiero guapa!!!
Me gustaMe gusta
Me ha encantado tu forma de pensar ,pero creo que si sigues pensando en positivo conseguirás que tu compañero llegue a prepararos la mesa,cubiertos,agua y todo lo que te propongas .Yo era más despegao .
Ánimo PODER ES QUERER
Me gustaMe gusta
Hola Avelino! Muchas gracias! Estoy segura que si. Hoy mismo recogerá la cocina!! .
Me gustaMe gusta