
Un día como otro cualquiera…. te levantas… te duchas y te vas a trabajar como cualquier otro día…..y de repente, en una fracción de segundo algo pasa y tu vida cambia.
En una fracción de segundo pasas de ser una mujer independiente, madre, trabajadora y con salud, a ser una mujer dependiente, sigues siendo madre de unos niños a los que no puedes atender como debes, tienes que dejar de trabajar y encima pierdes la salud.
Esto es lo que me ocurrió a mí hace algo más de 6 semanas y hoy quiero darle voz a todos esos pensamientos y sentimientos que han pasado por mi cabeza durante estas semanas y que me han llevado a hacer un proceso interno muy interesante.
Hace 6 semanas tuve un accidente de tráfico y lo primero que hago es dar gracias porque todo se ha quedado en un gran susto y unas lesiones “menores”, ya que y aprovechando para apoyar las campañas de la DGT, llevaba el cinturón puesto y eso me salvó de una lesión infinitamente más grave seguro. Pero no es por ahí por donde quiero ir…
Está claro que en este caso, lo que me ha pasado es algo agudo, que en un tiempo más o menos corto me dejará hacer la vida que hacía antes del accidente, aunque ya tengo la presión de “mi fisio” de que tengo que cambiar muchas cosas en mi vida para que realmente mi salud no se resienta después de esto. Es seguro que la aceptación de mi proceso crónico me llevo mucho más tiempo y todos vosotros me diréis…. hombre no es lo mismo aceptar algo que en X meses se resolverá que aceptar algo que es para siempre y en eso tenéis razón, el tiempo de aceptación será diferente…o no…lo que seguro que marca la diferencia es la actitud con la que nos enfrentemos al proceso.
De repente tu salud te obliga a pasar muchas horas contigo mismo e inevitablemente llegan a tu cabeza miles y miles de pensamientos…muchos malos… ¿por qué a mí?, ahora es el peor momento para que pase esto, con todo el trabajo que tengo, con todos los planes que yo tenía para estos días, ¿cómo voy a atender a mis hijos?, esto dolor es demasiado para mí………podría empezar y no acabaría nunca.
Pero con lo que me quedo es que he sacado muchas, muchas cosas positivas de todo este proceso y para mí esa ha sido la mayor de las enseñanzas. De todo lo que te pasa puedes sacar dos lecturas la positiva y la negativa y creo que yo he sacado de este accidente, muchas más cosas positivas que negativas.
Echando la vista atrás y por resumir y no aburriros he sacado en claro varias cosas, de las que cada una por separado, seguro que me dan para escribir otro post:
- La confianza en el profesional sanitario que te trata es esencial, con ella tu recuperación y adherencia al tratamiento es mucho mayor.
- Aceptar que necesitas ayuda es mucho más difícil que darla.
- Aceptar que no puedes con todo es un proceso en sí mismo, y que el mundo no se va a parar porque tú te hayas bajado unos días.
- Según la Real Academia de la Lengua Española paciente, es el que tiene paciencia. Paciencia ha sido la palabra más repetida por toda la gente que tengo a mi alrededor…tienes que ser paciente y no querer correr más de lo que puedes…y os prometo que eso lo he llevado, bueno aún lo llevo muy pero que muy mal. Soy una persona muy activa y aceptar que para curarme cuanto antes tengo que reposar….cuesta, todos los demás consejos de los que en estos momentos me están tratando, los sigo a rajatabla aunque también me cuesten…unos días mucho más que otros.
- Tengo derecho a sentir lo que siento, unos días frustración porque avanzo más despacio de lo que me gustaría, otros días alegría porque he conseguido algo de lo que hace dos días no era capaz, otros enfado y rabia por todo a lo que he tenido que renunciar y otras veces orgullo de la gente que ha estado y está a mi lado. Sé que la gente lo hace con su mejor intención pero a veces duele que los que están a tu alrededor no “te den permiso” para sentir lo que tu cuerpo te pide que sientas en ese momento.
- Y lo más importante que he constatado… el que siembra recoge….gracias a todos por estar ahí cuando os he necesitado, gracias por salir corriendo de vuestra casa ante una llamada de auxilio, por prepararme la cena, por traerme flores para animarme, por cuidarme, por mimarme….en definitiva por quererme.
Ser paciente no es fácil….es un proceso de aprendizaje, que a unos les costará más que a otros, incluso a algunos unas partes les costará más y otras serán más fáciles de cumplir….pero como todo en la vida… a ser paciente también hay que aprender.
¡¡¡Animo a todos aquellos que estamos en el proceso de aprendizaje y sobre todo no olvidéis nunca que aprender es un gran tesoro!!!
Esti