Acabamos de salir del invierno, pero en esta extraña primavera aún tenemos riesgo de coger uno de esos cuadros catarrales, con tos que no cesa, dolor de garganta, dolor de pecho, estornudos, en fin, un completo de primavera, que es lo que estoy padeciendo yo en este momento.
Es normal, ya no hay temperaturas tan bajas pero sí cambios bruscos de las mismas, fresco de bufanda por las mañanas y calor en las horas del mediodía, en las que nos sobra el abrigo. Nos relajamos con la llegada del buen tiempo y relajamos las medidas de protección como abrigarnos, protegernos contra las toses o estornudos, cubrirnos cuando somos nosotros los que lo hacemos y finalmente lavarnos las manos para evitar contagios. Normalmente este tipo de catarros no suelen ser alarmantes pero si bastantes molestos y aunque a veces parece que se alargan más de la cuenta, son autolimitados, es decir, terminan por si solos aunque la tos persistente tras un resfriado puede alargarse hasta 3 semanas. En la mayoría de los casos nuestro sistema inmunitario es capaz de vencer estas infecciones por sí solo.
La tentación vive arriba y esto hace que a veces aburridos, cedamos y hagamos caso a alguien que nos recomiende tomar antibióticos, bien porque no encontramos el momento de acudir al médico o porque creamos erróneamente que así acortamos un proceso que se nos está haciendo demasiado largo. Debemos aprender a cuidar de nosotros sin necesidad de tomar antibióticos. Estos no son analgésicos y no alivian el dolor de cabeza, ni el malestar ni la fiebre y tomarlos no ayudará a reducir la intensidad de los síntomas, ni hará que nos encontremos antes mejor. Solo son eficaces contra infecciones bacterianas y no nos ayudan en las producidas por virus, que son el 80% de las que afectan a nariz, oídos , garganta, pulmones.
Solo debemos tomarlos si están estrictamente indicados por el médico para cada caso en particular.
Pero no es ésta la única razón por la que no debemos tomarlos por nuestra cuenta. Si se toman antibióticos de forma repetida e inadecuada se contribuye a aumentar la resistencia de las bacterias a los mismos y si en algún momento los necesitamos realmente, puede que no sean eficaces. La resistencia bacteriana a los antibióticos es un problema de salud serio y un peligro para la población porque puede hacer que haya infecciones difíciles de tratar.
La automedicación con antibióticos es un uso no responsable de los mismos. No debemos aprovechar restos que nos hayan sobrado de otros tratamientos ni pedirlos en la farmacia sin receta.
Sabemos que un antibiótico es un medicamento que destruye bacterias o impide su crecimiento, pero no todos los antibióticos son eficaces contra todas las bacterias, hay más de 15 grupos distintos de ellos y un antibiótico puede ser eficaz contra un solo tipo de bacteria o contra varios.
Cuando hablamos de resistencia de un antibiótico queremos decir que éste ha perdido su capacidad para destruir a una determinada bacteria y ésta puede sobrevivir en presencia del mismo por lo que sigue multiplicándose y prolongando la enfermedad lo cual puede tener fatales consecuencias .Las infecciones producidas por bacterias resistentes requieren mayores cuidados además del uso de otros antibióticos alternativos , más costosos que en ocasiones pueden tener efectos secundarios más graves.
Hay otras causas de resistencia a los antibióticos pero una de las más importantes y en la que tenemos responsabilidad es el uso excesivo e inadecuado de los mismos haciendo que las bacterias resistentes sigan desarrollándose. Estas pueden diseminarse y causar infecciones a otras personas que no hayan tomado ningún antibiótico.
Hacer uso inadecuado es tomarlos por un motivo equivocado como serían la mayoría de resfriados y gripes; inadecuado es también tomarlos de manera incorrecta como acortar el tiempo del tratamiento o tomarlo menos veces al día de las indicadas. Si no los tomamos bien, no habrá suficiente cantidad del medicamento en el cuerpo, ni el tiempo necesario y las bacterias sobrevivirán y se harán resistentes. Siempre tenemos que seguir las instrucciones del médico en cuanto a días de tratamiento, cada cuantas horas tomar y si los podemos ingerir o no con alimentos.
La resistencia a antibióticos en un problema grave de salud porque debido al mal uso se están encontrando bacterias resistentes a varios antibióticos a la vez, son las llamadas bacterias multirresistentes, que podrían incluso llegar a serlo a todos los antibióticos conocidos.
Antes del descubrimiento de los antibióticos, miles de personas morían a causa de enfermedades bacterianas como una neumonía o una infección contraída tras una operación. Sin antibióticos eficaces regresaríamos a la era anterior a los mismos .Las enfermedades bacterianas se propagarían y serían imposibles de tratar, con las graves consecuencias que esto traería. Además situaciones como los trasplantes de órganos, la quimioterapia contra el cáncer, los cuidados intensivos, los partos complicados, la supervivencia de niños prematuros y otros muchos procedimientos no serían posibles. Las cirugías, desde una simple apendicitis a la más compleja, como un trasplante de corazón no se podrían realizar. Desde que se descubrieron y empezaron a usar fueron apareciendo resistencias a los mismos, debido a esto y a que en los últimos años han aparecido pocos antibióticos nuevos, el problema de la resistencia es una amenaza importante para la salud pública.
Tenemos una responsabilidad compartida , estos medicamentos son un bien común que debemos proteger y cuidar; podemos desempeñar un papel importante en que sigan siendo eficaces ,contribuyendo a frenar el desarrollo de resistencias y así proteger la salud de generaciones futuras.
El Plan nacional de frente a la resistencia a los antibióticos forma parte de planes de acción mundial para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos según recomendaciones de la OMS y la 68ª Asamblea mundial de la Salud celebrada en mayo 2015.
Elena Resines