El autocuidado

He visto a mucha gente cuidarse como si nunca fueran a enfermar, como si  creyeran  que son inmunes a muchas de las dolencias que hay hoy en día. Yo misma he sido una de ellas, y cuando llega, es cuando sientes que el mundo que un día construiste, en el que creías, se derrumba…

Creo que todos nosotros de alguna manera participamos en el proceso de enfermar a través de una combinación de factores. Tal vez tu caso es que hayas descuidado tu dieta, el ejercicio o el descanso. O tal vez tu caso sea que hayas estado muy tenso o con mucho estrés durante largos periodos de tiempo, tanto que incluso parecía que era ya tu forma de vivir y no te has dado ocasión para relajarte. Quizás tu caso es que hayas mantenido una carga de trabajo excesiva o te hayas dedicado tanto a satisfacer las necesidades de los demás que te hayas olvidado de satisfacer las tuyas. O quizás tu caso es que  hayas mantenido en el tiempo actitudes y creencias que de alguna manera te han impedido disfrutar de la vida y sus buenas experiencias. O tal vez, incluso, tu caso es la suma de todos, no has sido capaz de reconocer tus límites tanto físicos como emocionales porque estabas “ocupado” en sobrevivir.

Desde ese momento, desde el momento en que ignoramos nuestras necesidades, cuando no nos escuchamos porque no tenemos tiempo, de alguna manera estamos participando en la pérdida de salud. Cuando ignoramos las peticiones del cuerpo y la mente en relación a la relajación, descanso, ejercicio, alimentación saludable, gestión y expresión de las emociones…., el cuerpo puede comunicarnos esta falta de atención mediante la enfermedad.

Todo nuestro potencial personal, nuestros recursos naturales, tienen mucha más importancia en el mantenimiento de nuestra salud o en  su recuperación  de lo que imaginamos. Participamos en nuestra salud mediante nuestros sentimientos, nuestras creencias, nuestra actitud hacia la vida.

Aprender que puedo hacer mucho más por mi misma de lo que creo y en consecuencia mucho por  mi salud es  cuidarse a uno mismo. Autocuidarse requiere amarse y quererse, ser activo y estar dispuesto a ser proactivo, inquieto y disciplinado.

Porque sé que tengo los recursos para lograr lo que quiera, para realizar los cambios que considere dentro de mis hábitos de vida.

Y también sé que mi mente y cuerpo son un mismo sistema, por lo que si adquiero habilidades para gestionar la mente, afectará a la salud de mi cuerpo.

Y por último, sé que puedo modelar mi conducta en las situaciones que así lo requieran y que la forma más fácil para adquirir una conducta o solucionar un problema es dividirlo en partes pequeñas o PROPÓSITOS.

Todo esto es cuidarse, y nosotros en los talleres de Paciente Activo, te mostramos como hacerlo, ¿te apuntas?.

Ani Galende

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: