Todas las personas nos ponemos unas metas, unos objetivos, queremos llegar a algo y una vez decidido, nos ponemos a ello, hacemos lo que esté en nuestra mano para conseguirlo. Los pacientes “activos” también tenemos nuestras propias metas, mantener controlada y correctamente gestionadas nuestras propias enfermedades. A eso es a lo que llamamos ser “paciente activo”, a tener consciencia de ello y asumir como responsabilidad propia nuestras enfermedades.
Yo este año tengo un objetivo deportivo que me ayuda a gestionar mejor mis condiciones físicas y mentales y contribuyen a mi bienestar general. Los controles periódicos a los que me someto de momento son excelentes, lo que demuestra que una cosa ayuda a la otra.
Pero no lo hago solo, mi familia me apoya y ayuda. Mi entorno también lo hace y, por si fuera poco, me he buscado además apoyo externo. El año pasado fue mi primera experiencia con un grupo de “running” promovido por el ayuntamiento. Yo era el más (el más mayor, el más lento, el más pesado, pero también, el más constante, …). En ese grupo conocí gente que como yo, cada una con sus propias necesidades, objetivos y capacidades. Lo que teníamos en común es que dos veces a la semana quedábamos a una hora determinada y en un momento específico para hacer algo en común: correr (o trotar, running, jogging, o como quieras llamarlo). Hice buenas amigas (la mayoría mujeres, tal vez porque ellas son más sociales) con las que sigo manteniendo relación y con las que me encuentro, me apoyan y apoyo en las carreras populares a las que asistimos.
Este año mi objetivo es más ambicioso, no se trata sólo de correr, sino de entrenar, activación (calentamiento), diferentes entrenamientos, cortos, rápidos, rodajes, series, escaleras, cuestas, trail, … y finalmente, los estiramientos. Un mundo diferente. En un grupo nuevo promovido por un club de atletismo y con el apoyo del ayuntamiento en el que convivimos diferentes niveles de capacidad. Yo soy “bronce” de los de iniciación, el grupo en el que me siento más cómodo y donde puedo exigirme sin alterar el entrenamiento del resto de personas del grupo. Cada persona en el grupo tiene sus propias motivaciones y objetivos. Tenemos un compañero que este domingo se va a presentar por primera vez en su vida a una maratón. Tenemos una compañera que tiene en el punto de mira participar por primera vez en una media maratón. Tengo “mi compi” como ella me llama, que en enero no había corrido nunca. Ya ha participado conmigo en una carrera popular de 5km y se sintió invencible. Este domingo intentaremos participar en la carrera solidaria a favor del Parkinson, Esclerosis Múltiple y los niños con cáncer #BilbaoLetsRun. Podíamos elegir, 5k, 10k, o 15k. Esta vez iremos a por los 10 kilómetros, su primera vez. Está preparada, motivada y entrenada y lo haremos juntos. ¿Juntos?
Sí, es la idea, acompañarnos y disfrutar de la experiencia. Aportarle la confianza que supone que alguien que ya lo ha hecho te acompañe y anime durante la misma te garantiza más posibilidades de éxito. Poder hablar con la persona que va contigo contando cómo te sientes, o comprobando tu ritmo con el suyo te permite comprobar que vas en buen camino.
Pero, todo tiene un pero, se ha presentado “una piedra en el camino”. Una piedra que tengo que superar, lo que llaman “una pedrada” en una pierna, probablemente una rotura de fibras producida por una mala pisada o un sobresfuerzo en los entrenamientos. Me lo hice el viernes pasado, se agravó el lunes y el miércoles ya me tuve que retirar a mitad del entrenamiento.
Hoy tengo cita con una fisioterapeuta a ver si consigue arreglar mi lesión y me permite ir hoy al entrenamiento o al menos, participar en la carrera solidaria del domingo con “mi compi”. Si no puedo, acompañaré o empezaré a hacerlo o haré la marcha solidaria andando en su lugar, pero participaré.
Esta piedra en mi camino es como las que todas las personas nos encontramos, un bache a superar, que no debe de minar nuestra voluntad, sino animarnos a seguir, a pelear, a cambiar el ritmo, la estrategia o los objetivos pero seguir siempre adelante.
El domingo espero celebrar la priera 10k de “mi compi”, corriendo con ella o esperándola en la meta, allí estarán también nuestros hijos que harán también sus respectivos 10k y su hija y su marido que harán 5k (cada uno en su capacidad). Una fiesta familiar, con objetivo solidario y con una fuerte voluntad de superación. ¿Te animas? Andar, lento, rápido; caminar-correr, trotar, correr, en silla de ruedas, con el andador, tu sola presencia aporta visibilidad a las personas con esas patologías y haces un bien común. ¿Por qué no? Te esperamos.
Venan Llona @vllona