Hemoglobina glikosilatuak azken 2-3 hilabeteetako odoleko azukre-maila adierazten du. Diabetesa nola ari den kontrolatzen jakiteko neurria da.

Dice la Wikipedia (esa cosa que junto con el wifi ha conseguido que las discusiones de sobremesa sobre detallitos duren lo que alguien tarda en desenfundar el móvil y consultar) que:

“La medición de la Hb glicosilada es una prueba de laboratorio muy utilizada en la diabetes para saber si el control que realiza el paciente sobre la enfermedad ha sido bueno durante los últimos tres o cuatro meses…”

Emaitza, %5 – %6% aren artean egon behar da.

Y nos dice también que el valor normal es: 5% – 6%.En mi vida la “glicada” es un objetivo permanente, como también es permanente mi condición de diabético.

Azukrearen/diabetesaren kontrol on bat izan dudan jakiteko, analisiak egiten ditudan bakoitzean, datu hau jakitea ezinbestekoa da.

Cada vez que me toca analítica el dato crucial para mi es conocer cómo está la glicada, que es la que se va a “chivar” sobre si estoy consiguiendo o no un buen control del azúcar en sangre. Sé que si la glicada está bien, el resto también estará correcto.

Osakidetzako analisietan, emaitza 4,3% eta 5,9% artean egon behar dela azaltzen da.

En los años que llevo diagnosticado, que ya son diez, nunca he conseguido estar en la horquilla de valor “normal” para la glicada, que en las analíticas de Osakidetza se sitúa entre 4.3% y 5.9%. Así que junto al dato de mi glicada, siempre hay algún asterisco…

Azkenengo analisietan ere * bat agertzen zen, baina oraingoan nire emaitza 6,1% zen! Azken urteetako onena!

Y en el último también lo ha habido, aunque un solo asterisco, ya que, después de muchos años intentándolo he conseguido llegar a… ¡6.1%!

¡No os hacéis una idea de lo magnífico que es para mí haber llegado ahí!

%11etik gora eduki dut kasu batzuetan eta normalean %8 eta %9 artean izan ohi dut, beraz oso pozgarria izan da emaitza hau lortzea!

He estado por encima del 11% en ocasiones y habitualmente situado entre el 8% y el 9%.

Nola iritsi naizen %6,1era?

¿Cómo he llegado al 6.1%?

• Osasun arloko profesionalengan konfidantza izanez. Hasieran ez nuen intsulina jarri nahi, baina endokrinoak eta osasun zentruko sendagileak esaten zidatenari kasu egin nion eta nire emaitzak asko hobetu dira.
• Confianza en los profesionales de la salud. Durante tiempo (demasiado) me he resistido a las sugerencias que me hacían de basar mi tratamiento en la combinación de insulina rápida y lenta. Sentía que depender de unos cuantos pinchazos diarios iba a convertirme en alguien más limitado y más dependiente. Me equivocaba. Se trata no de depender de una sustancia, sino de contar con aquello que mi cuerpo o no produce o no gestiona correctamente. Finalmente la falta de resultados me llevó a confiar en la propuesta del endocrino y la opinión de mi médico de cabecera. En seis meses los inconvenientes que veía a tener que inyectarme cuatro veces al día han desaparecido, y hoy veo en el tratamiento con ambas insulinas una herramienta que me da recursos para el buen control sin limitar mi vida y actividades habituales. Pero no todo es medicación.
• Nire elikadaura osasun eta bizi kalitate hobe bat izateko moldatzen dut.
• Adaptar mi alimentación a lo que me procura una mejor salud y calidad de vida. Llevo años intentando comer de modo que la alimentación sea un aliado para controlar la diabetes y mantener una buena calidad de vida. No siempre me sale, pero, en general, no tengo la sensación de comer “de dieta” sino de alimentarme de la manera más adecuada a mi condición. Evidentemente conlleva algunas limitaciones, pero ninguna tan importante que me impida mantener la vida social que me gusta o las costumbres que me hacen la vida agradable. Y siempre cabe saltarse alguna restricción cuando la ocasión lo merece.
• Ariketa fisikoa. Gehien kostatzen zaidana da. Badakit nire azukre maila hobetu egingo zela, baina asko kostatzen zait egitea. Egunero 45-60 minutu egiten saiatzen naiz.
• Actividad física. Es lo que más me cuesta. En mi cultura no ha estado nunca el deporte, ni ir al monte ni las actividades físicas en general. Soy sedentario por educación y posiblemente también por vocación. Pero sé que tengo que hacer alguna actividad física. Poco a poco he ido introduciendo cosas en mi día a día habitual: ir andando a todos lados (bueno, a casi todos), bajar del transporte público una parada antes del destino, dedicar algún rato del fin de semana a una actividad física más prolongada, subir al menos un par de pisos por las escaleras… no son grandes cosas, pero todas suman. Llevo activada una App en el móvil que mide la actividad diaria, con el objetivo señalado en una hora, y habitualmente estoy entre los 45 y los 60 minutos diarios. Sé que este será mi principal caballo de batalla en el control de la diabetes, el que puedo descuidar con más facilidad; pero conocer la propia debilidad ya es un paso para superarla.
• Helburua garbi izatea. Gaixotasuna kontrolpean badugu, gure bizitza ere horrela egongo da.
• Tener claro el objetivo. Quizá es lo principal: tener el control sobre la enfermedad es tener también el control sobre la vida (en la medida en que eso es posible) y permite poder vivirla como crees que vale la pena. Creo que eso es fundamental ya que hace posible recomenzar cuando se falla y adaptarse a los cambios que poco a poco llegan con la edad. Pensamiento positivo, buena comunicación, ilusión por encima de sentimientos limitadores y negativos, ganas de hacer cosas nuevas, de compartir.

Nire helburua lortu dut eta etorkizunean ere mantentzeko gai izango naiz.

No le voy a dar voluntariamente ni el control ni el protagonismo de mi vida a la diabetes. Y hoy, que tengo un 6.1% de glicada, veo y puedo celebrar que ese es un objetivo alcanzable y que puedo mantener en el futuro.

Juan Carlos Mendizabal