Jateko beti prest. Las ansias de comer a todas horas.

Sabemos que según avanzamos en edad, el metabolismo disminuye, es decir, el requerimiento calórico es menor, deberíamos ingerir menos calorías. Va relacionado con el ejercicio físico que realizamos, las actividades diarias, el descanso etc.

Jateko gogoa es da horren arraroa gizakiongan, nahikoa janda ere beti jateko prest gaude.

El ansia de comer, no es tan raro, es más, diría que puede ser algo muy habitual en muchas personas, aunque no lo pueda justificar con evidencias en que porcentaje se da. Comer a deshoras, comer sin tener hambre, disfrutar comiendo aunque haya comido hace una hora, es muy común en nuestra sociedad. Nos encanta comer, celebrar todo o casi todo alrededor de la mesa.

Gure dieta zaintzen saiatzen ari garen arren, ezin esan ezezkorik aurrean jartzen diguten janari gozo horri.

Nos queremos cuidar, comer sano, hacemos ejercicio también, pero nos resulta muy difícil decir no a ese postre que nos han sacado, a esa tortilla de patata que han traído al trabajo para celebrar un cumpleaños, a pesar de que hemos desayunado bien. Sabemos que no tenemos ninguna necesidad de merendar porque hemos almorzado muy tarde y todavía no hemos hecho la digestión, pero es muy tentador coger un trozo de chocolate que nos endulza ese vacío que tenemos dentro de nuestro cuerpo y que no es precisamente, hambre.

Nola gaude? Gosea al daukagu? Edo asetu ez ditugun hutsune horiek bete nahi ditugu?

Nuestro estado emocional influye mucho en esta conducta, comemos más cuando estamos nerviosos (aunque algunos coman menos), cuando nos ha ido mal en el trabajo o cuando hemos discutido con algún compañero. Llenamos ese vacío con comida porque resulta placentero, confundiendo el hambre con el vacío que sentimos por dentro pero que no sabemos como llenarlo. Tampoco nos ponemos a pensar ni a reflexionar lo que nos ocurre y de que otra manera podríamos solucionarlo y sentirnos mejor, sin perjudicar nuestra salud.

Muchas veces nos arrepentimos de haber comido demasiado, pero ya es tarde, nos entra el sueño, no descansamos bien a la noche, tenemos pesadez…

Cada vez que comemos de manera compulsiva, nos estamos diciendo de que la única forma de tener lo que queremos es ingiriendo comida.

Jateaz gain badira beste modu batzuk hutsune hori betetzeko: Gelditu eta pentsatu!

Mi propósito desde hoy, si desde hoy y no a partir del 1 de enero del año que viene, es parar y pensar si el bocado que me voy a llevar a la boca es necesaria o no, aparte de una dieta saludable en las comidas principales. Si lo hago por hambre o por rellenar ese vacío por tristeza, enfado, nerviosismo, etc. Sé que es un trabajo difícil, que requiere mucho control de mi parte y un conocimiento muy profundo de mi persona, pero creo que vale la pena intentarlo y aunque el camino sea muy duro, seguro que sacaré mucho provecho de ello, aun sabiendo que caeré muchas veces en el intento, pero me levantaré y seguiré, teniendo claro de que mi salud depende mucho de mí, de lo que haga, de cómo me cuide, de cuanto me quiera a mí misma y me mime sin llevarme esos dulces a la boca.

question-markNere beharrei entzuten saiatu behar naiz.

 Intentaré explorar mis necesidades esenciales e identificaré que es lo que me hace sentir ese agujero.

 

Ainara Lopetegui.

2 responses

  1. Me apunto yo también a ese propósito. La realidad que bien planteas en el post es algo muy común y que podemos hacer frente poco a poco. Ánimo y adelante.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: