Aste honetan Gipuzkoako aldizkari batean argitaratu den berri bati buruz hitz egin nahi dizuet.
Lehen arretan lan karga askorekin gaude, pertsona gazteak ikusteaz gain, gaixo kronikoei ere denbora asko esekini behar diegu. Gauza guztiak lehenbailehen nahi dituen belaunaldi baten aurean gaude. Askotan osasun baliabideak eguneroko bizitzan sortzen diren arazoak….
Bizitzako egoera desberdinei (dolua, langabezia, banaketak…) aurre egin behar diegu, eta kasu askotan ez ditugu botikak behar.
Erizaionk pixkanaka pazienteak hezitzen ari gara prozesu desberdinetan: katarroak, beherakoak, eztarriko mina… gaixotasun arin hauek, gomendio txiki batzuk jarraituz, ia ezer egin behar gabe sendatzen dira.
Gure sendagileak geroz eta botika gehiago ematen badizkigu, ez da sendagile hobea. Agian botikak ez preskibatzeko unea da…
Dice esta semana en sus páginas un conocido diario guipuzkoano en su entrevista al Presidente del Colegio de Farmacéuticos de esta provincia, y cito literalmente, que » la atención primaria está muy tensionada y la única solución pasa por la hiperprescripción de medicamentos«.
Desde el grupo de blogueros que cada semana os acercamos nuestro post nos ha parecido importante compartir con todos los que nos seguís, esta noticia. Para los que desempeñamos un rol sanitario en nuestra Organización, ya seamos médicos o enfermeras, esto no es algo nuevo.
Es indudable que nuestras jornadas de trabajo en Atención Primaria, desde cada una de nuestras consultas en todos y cada uno de los Centros de Salud del País Vasco, discurren con grandes cargas asistenciales. En mi caso concreto, lo hago en un Centro de Salud que atiende a una población mayoritariamente joven. Asistimos a una generación que quiere todo ahora y de una forma inmediata, y creemos que a menudo utilizan el recurso sanitario como una salida a esos problemas cotidianos de la vida, y que tanto les cuesta gestionar de una forma autónoma y sana. Si a eso le añadimos la imposibilidad de dedicar todo el tiempo que nos gustaría a esa parte de la población frágil y enferma que necesita de unos buenos cuidados enfermeros, una atención médica más profunda, al final las cuentas no nos salen, y se termina prescribiendo más fármacos de los necesarios a esta anterior población más demandante, y seguramente más sana, que simplemente con una gestión adecuada de su salud, tomando conciencia y madurando en lo emocional no la necesitaría.
Me estoy refiriendo sobre todo a los psicofármacos, esos medicamentos que se han convertido entre nuestra sociedad desarrollada en la panacea para tratar todas esas «patologías de la vida» que no debieran medicalizarse porque son precisamente eso, cosas de la vida que hay que afrontar de otro modo: un duelo, una ruptura de pareja, una pérdida de empleo, la crianza de los hijos… y un largo etcétera que han pasado a formar parte de motivos de consulta médica.
En el caso de los profesionales de Enfermería, también vamos poco a poco intentando educar desde nuestras consultas de algunos Centros de Salud a nuestros usuarios en los Procesos Leves Autolimitados (catarro, diarrea, dolor de garganta, gastroenteritis..) enseñándoles a saber manejar estos cuadros leves, que en una persona sana se pasan prácticamente sin hacer nada, con unas sencillas recomendaciones y con apenas medicamentos; como mucho un paracetamol para tratar la fiebre o el malestar.
Dicho todo esto cabe pensar hacia dónde nos dirigimos con unos recursos limitados para una atención sanitaria tan sobredimensionada y sobretratada.
Todos somos o seremos pacientes en algún momento. Es de suma importancia que podamos establecer por un lado una relación de confianza tanto con nuestro médico de Familia como con nuestra enfermera. No caigamos en el error de creer que si nuestro médico nos prescribe pocos medicamentos, es menos profesional. De la misma manera que si ante un catarro , resfriado nuestro profesional de Enfermería nos da unas sencillas recomendaciones, podamos creer que no sea suficiente. No se trata siempre de prescribir para tratar…… Quizá es momento de deprescribir ……
Izaskun Antúnez