Udaberrian sartu gara, eta gure ohituretan aldaketa txikiren bat egiteko aukera dugu.
Negua joan dela aprobetxatuz, urtaro honetan jarrera desberdinak hartuko ditut eta jarduera desberdinak egiten hasiko naiz:
- Ariketa fisikoa. Garai honetan ez dugu aitzakiarik etxetik ez ateratzeko ez baitu hainbeste hotzik egiten, eta euria gutxiago egiten duelako. Gure hiriko txokoak gozatzeko aukera bikaina dugu.
- Elikadura. Eguraldi honekin gauza freskoagoak jaten ditugu: entsaladak, gazpatxoa eta ur gehiago eraten dugu.
- Gure burua berrituko dugu. Inguratzen gaituzten pertsona edo gauza txarrak alde batera utziko ditugu eta egoera positiboak aprobetxatuko ditugu eta bizitza ematen gaituzten pertsonez inguratuko gara.
Recién estrenada la estación y con el horario puesto a punto hasta el próximo octubre, llega la primavera que además de alterarnos la sangre y algún que otro tópico más, nos ofrece un momento para detenernos, mirar alrededor, mirar hacia adentro y poder (si es necesario) hacer algún que otro ajuste (o incluso cambios e innovaciones) en nuestros hábitos de vida.
Ya sabéis, poder “volver a empezar; una de las “habilidades especiales” que nos regala nuestra compañera crónica la diabetes.
En mi caso, y en lo que a algunos de mis hábitos se refiere, esta es época de salir de cierto letargo invernal, que se resiste a dejar paso a otras actitudes y actividades más acordes con la estación:
- Ejercicio. Ya no va a convencer a nadie aquello de que “Uff, es que con este frío”, ni lo de “A ver si me va a pillar el chaparrón en cuanto salga” para no salir diariamente a dar una vuelta que sea algo más que lo estrictamente necesario. Y tampoco van a servir esas y otras razones parecidas para no bajarme del bus una o dos paradas antes del destino. Cuesta, da pereza; pero bueno, también es cierto que redescubrir algunos parques y paseos de la ciudad, ahora que el tiempo acompaña y la luz alarga los horarios disfrutables, es agradable y entretenido. ¡Y hay que ver cuantas cosas cambian en el entorno de nuestras ciudades y pueblos en unos pocos meses! Así que volver a empezar a pasear más. Y, como nueva actividad, como reto a alcanzar, empezar a sacarle rendimiento al bono de la bici, que pago y pago y nunca uso, al menos dos veces por semana.
- Alimentación. Pues está claro que vuelven la ensalada, el gazpachito, y el plato único al mediodía, que luego, sino, la tarde se hace calurosa y no apetecen digestiones episcopales. Adiós a los bocatas. Menos burbujitas, más agüita fresca y (¡y siempre es mi caballo de batalla!) pan sólo en el desayuno.
- Y también puede ser buen momento para limpiar de telarañas nuestra mente, para ventilar recovecos a los que les vendría bien un poco de aire fresco. Abrir ventanas, dejar pasar la luz y ese calorcito reconfortante del sol de primavera que nos ayudará a tomar las riendas de nuestra vida, esas que de vez en cuando dejamos un tanto abandonadas, a merced de.. bueno, cada uno ya sabe lo suyo. Momento de repasar a qué o a quien dedico mi mejor tiempo y mi mayor esfuerzo, si realmente tiene ese grado de importancia en mi vida o están ahí, llevándoselo casi todo… vete a saber por qué.
- Ahora que está de moda lo “détox” (estrategia de limpieza o desintoxicación del cuerpo), llevémoslo también a la mente y la nuestras emociones, detectando las personas, actitudes, entornos, actividades y situaciones tóxica que tenemos cerca; y vayamos sustituyéndolas por personas, actitudes, entornos, actividades y situaciones que nos den vida, que nos ayuden a crecer y a sacar todo lo que de mejor hay en nosotros para ofrecerlo y compartirlo con quienes se acercan a nuestras vidas.
Así que ya sabéis, primavera, tiempo de volver a empezar, de subsanar errores. Aprovechadlo.
Ya nos lo dijo Ernst Jünger: «Un error sólo se convierte en falta cuando se persevera en él».
Juan Carlos Mendizabal