Azkenaldian mindfulnes hitza geroz eta gehiago entzuten dugu. Besteak beste, estresari aurre egiten laguntzen digu. Batzuetan meditazioaren sinonimo bezala erabiltzen da nahiz eta horrela ez izan.
Mindfulness teknikak budismoan du jatorria eta 2.600 urte bainoa gehiago ditu.. Hala ere, ikuspegi zientifikotik ez da aplikatu 70eko hamarkadara arte. Mindfulnessaren helburuetako bat estresa murriztea dela esan dezakegu. Horrez gain, beste hainbat onura ere baditu: geure burua kontrolatzen laguntzen digu, nerbio sistema kudeatzen eta norberaren pentsamenduak ezagutzen.
Orainean zentratzen eta kontzentratzen laguntzen digu, une bakoitzean pentsatzen, sentitzen edo egiten ari garenari arreta jartzen. Gaur egun, pasatako edo etorri behar diren gertakeretan pentsatzen dugu momentuan eta orainean erreparatu gabe.
De un tiempo a esta parte se oye hablar del Mindfulness o Atención Plena entre otras muchas técnicas para ayudarnos a combatir el estrés y, aunque a veces lo utilizamos como sinónimo de la meditación, no es así.
El concepto surgió hace 2600 años en Oriente basado en varios fundamentos del budismo, en Occidente fue adaptado y principalmente impulsado por Jon Kabat-Zinn en la Escuela de Medicina de Massachusetss (Estados Unidos) en la década de los 70 para mejorar la calidad de vida de los pacientes que acudían a la Clínica de Reducción del Estrés. Su definición del Mindfulness se resume en “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”.
Los fundamentos en los que reposa el Mindfulness son:
- Durante cada momento de nuestra vida hemos de ser plenamente conscientes y vivir en el presente.
- Acoger nuestras experiencias. ya sean negativas o positivas, sin entrar en juicios.
- Mantener nuestro corazón abierto para ser nuestros mejores amigos y dejar que surja la compasión por cuanto nos rodea.
Esta base constituye y da origen al Mindfulness, es una forma de conectar nuestros sentidos con nuestras emociones, estar y ser plenamente conscientes del aquí y del ahora, actuando así según el lugar y las circunstancias en las que nos encontramos en cada momento.
Por inercia nuestro pensamiento se centra en el eventos del pasado o el futuro, centrando tan solo una pequeña parte en lo que nos sucede en el presente.
La Atención Plena se está consolidando como una de las herramientas con más aceptación para mejorar nuestra actividad mental.
Nuestra capacidad de estar en el presente nos permite recordar a dónde vamos mientras caminamos a pesar de que mientras lo hacemos tenemos en nuestra mente miles de pensamientos que no tienen que ver con el trayecto que realizamos, debemos tener en cuenta que, de media, una persona tiene cerca de 60.000 pensamientos al día.
El Mindfulness se centra en reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando conscientemente la experiencia de la forma en que se da.
Aunque experimentemos algo desagradable en nuestra vida, se trata de evitar el sufrimiento añadido de poner nuestros esfuerzos en intentar que esa situación desagradable desaparezca.
La práctica del Mindfulness nos insta a vivir nuestra situación sin agregar ninguna carga a la misma.
La Atención Plena nos enseña a relacionarnos de forma directa con lo que nos ocurre, aquí y ahora, en el momento presente. Una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, trabajando de manera consciente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdida o con los desafíos de nuestra vida. Ya que una vida en la que estamos más centrados en lo que ocurrió en el pasado o por lo que no ha ocurrido aún, está abocada al descuido, al olvido y al aislamiento, actuando así de manera automática.
Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness o Atención Plena se ha ido integrando cada vez más a la Medicina y Psicología de Occidente. Actualmente se estudia de manera científica y está reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físcos y psicológicos asociados al estrés y mejora del bienestar general.
Tabira Aguirre