Birus batek oparitu digun alerta-egoera baten ondorioz ezinbesteko konfinamendu behartu batean gaude. Gaur inoiz baino gehiago ez dugu gure umore–zentzua galdu behar.
Ez dizuet Covid-19ari buruz hitz egingo, ezta koronavirusari buruzko gaiei buruz ere. Gaurkoan, irribarre bat atera nahi dizuet.
Egun hauetan auzoko balkoiak elkargune eta terraza txiki bihurtu dira.
Gizakia sinestezina da, eta egoera berriari moldatzen ari da. Ez da gauzak gaizki egin direla aurpegiratzeko unea, gauzak ondo egiten hasteko unea baizik. Hau txantxa bat ez dela sinesten hasteko unea da, benetakoa da eta kontzientziatu egin behar da.
Gure seme-alabak ortzadarra margotzeaz, parkeetan ez jokatzeaz eta lagunekin egon beharraz nekatuta dauden arren, gaur inoiz baino gehiago barre eginarazi behar diegu gure beldurra, estutasuna eta frustrazioa baztertuz.
Eta zer esaten didazue sareetan zehar lasterka dabiltzan eta etengabe partekatzen ditugun meme horiei buruz? Gaur, agian, barre eginarazten digute, hori behar dugulako, barre. Arnasa hartu eta tarte batez ahaztu eromen horrek denbora, osasuna eta bizitza kentzen digula.
Hala ere, beharrezkoa da koroabirusen aurkako uneak bilatzea.
Aprobetxatu dezagun une hau, pentsatzeko, hausnartzeko, gauzak baloratzeko eta estimatzeko.
Ez gaitezen ahaztu egunero lanera irten behar diren persona guztiak eta gerra hau irabazi behar duten pertsonak: Gure mediku, erizain, garbitzaile ausartak … Gure ikertzaileengandik gero eta hurbilago zaudete. Kamioilari horiek, supermerkatuetako kutxazainak, harakinak, arrandegiak, janari-dendak, polizia, armada, suhiltzaileak, anbulantziak … norbait uzten badut mesedez, mila barka eskatzen dizkizuet.
Eskerrik asko. Gera gaitezen etxean, eta lagundu dezagun hau gelditzen. Denon artean lortuko dugu.

Con la que nos está cayendo, con un confinamiento obligado a fuerza mayor por un estado de alerta que un virus nos ha regalado, hoy más que nunca no debemos perder nuestro sentido del humor.
No os voy a hablar de lo que es el Covid-19 ni de temas relacionados con el Coronavirus. Bastante saturados estamos ya.
Hoy quiero haceros por lo menos sonreír, y animaros a que la risa sea una buena compañera en estos días difíciles, que no está reñida con la seriedad del momento.
Vivimos un momento en el que reír es necesario, es vital y casi se puede considerar terapéutico. Poder sonreír y reír a día de hoy es un regalo. Y las personas con problemas y los niños necesitan poder reír, ya que el no poder salir de casa puede hacerles mucho daño. En realidad, todos lo necesitamos. Es un aire fresco que nos ayuda a poder respirar y seguir con todo esto.
Se te encoje algo por dentro al ver como las ventanas son un salvavidas en el que la gente se aferra desesperadamente, los balcones del barrio se convierten en puntos de encuentros y mini terrazas. Y a quienes tenemos una terraza oficial, nos remueve el no poder dejar que los niños jueguen en ella. Agradecida de tener ese modo de escape tan necesario.
El ser humano es increíble, se adapta, amolda y se reinventa. No es momento de reprochar lo mal que se han hecho las cosas, es momento de empezar a hacerlas bien.
Es momento de aprender de todo este desastre, de esta crisis sanitaria a nivel mundial que nos va a dejar temblando económicamente. Debemos empezar a no pensar eso, lo prioritario ahora es no contagiarnos y vivir, el tema económico ya se solucionará.
Es momento de empezar a creernos que esto no es una broma, es real y hay que concienciarse, hacer las cosas bien sí o sí. Elegir el conocido #yomequedoencasa como única opción.
A pesar de que nuestros hijos estén cansados de pintar arco iris, de no jugar en los parques y de necesitar estar con sus amigos, hoy más que nunca tenemos que hacerles reír apartando nuestro miedo, agobio y frustración.
Me maravilla ver como los DJ montan discotecas para las familias desde sus balcones, como los músicos nos regalan melodías que curan y llenan, o como los cantantes nos animan a corear para olvidarnos por un rato “del tema”. Y también, las caceroladas que revindican injusticias, aunándonos más que nunca a hacer que se nos oiga, haciéndonos más visibles.
Y, ¿qué me decís de esos memes que corren por las redes y compartimos sin parar?, algo que habitualmente miraríamos mal por tanta saturación. Hoy quizás, nos hacen reír, porque necesitamos eso, reír. Respirar y olvidar por un rato que esta locura nos está quitando tiempo, salud y vida.
Quizás, para las personas que vivimos con una situación extrema desde mucho antes de que el Covid-19 viniese a nuestras vidas, nos resulte más fácil darle la vuelta a esto a pesar de nuestros momentos y días malos. Porque no, no los hemos perdido. Nuestros problemas de salud, nuestras enfermedades no han salido corriendo por la ventana cuando el virus ha entrado por la puerta. Quizá la resiliencia y la fuerza que tenemos hace que podamos con todo y más, no lo sé. Lo que sí sé seguro es que no debemos abandonarnos, ni de dejar de tener horarios, ni de vestirnos con ropa de calle, por eso de no vivir con un pijama pegado al cuerpo.
Tampoco debemos dejar nuestra higiene personal ni la de nuestra casa, hay que airearla súper bien, sin miedo a no ser que por prescripción médica nos lo hayan prohibido. Ni mucho menos debemos dejarnos seducir, abrazar y embaucar por la pereza porque es normal que al principio estemos con mucha actividad y ganas de hacer cosas en casa, pero poco a poco nos podemos ir acomodando en el sofá y malo.
Tampoco debemos estar pendientes de la sintomatología de la enfermedad ya que es muy fácil entrar en una espiral imparable de síntomas y terminaremos por tenerlos todos. Empezaremos con tos y seguiremos por dar vueltas a la cabeza esperando los siguientes síntomas de la lista del puñetero virus y nos agobiaremos en serio.
Hay que buscar momentos anti-coronavirus
Propósito obligado y muy necesario. En mi casa buscamos un rato cada día para leer, ver películas y series o hablar sobre temas NO Coronavirus. Porque si no, nos volveríamos locos y nos darían los siete males. A pesar de todo hay que seguir si o si como un acto de rebeldía hacia la situación y hacia el mismo virus porque no nos queda otra. Y sobre todo no olvidemos nunca que esta situación es algo temporal, y al final podremos salir de esto, porque vamos a poder.
Hoy no os pongo frase. Hago una última reflexión:
Aprovechemos el momento para pensar y reflexionar, para valorar y apreciar las cosas, a los nuestros. La sociedad va a aprender que tiene que cambiar mucho en muchos aspectos, situaciones y cosas. El ritmo que vivimos, el molestarnos por todo, el enfadarnos de una forma sin sentido, el provocar situaciones y discusiones absurdas porque no van con nuestros ideales o porque yo lo digo. Cambiar mucho en lo que a tema político, social y económico se refiere.
Apoyar mucho más en inversión para y por la investigación y no olvidarnos de todas esas personas que cada día aun queriendo quedarse en sus casas tienen que salir a trabajar y ganar esta guerra. Valientes nuestros médicos, enfermeras, limpiadores…. Qué deciros. Mi admiración total. A nuestros investigadores, ánimo, estáis cada vez más cerca. Esos camioneros, cajeras de supermercados, carniceras, pescaderas, comercios de alimentación, policía, ejercito, bomberos, ambulancias…, si me dejo a alguien por favor, os pido mil perdones.
Solo deciros GRACIAS, va a ver un antes y un después. Aprovechemos el pulso que la tierra nos ha echado, que el virus nos ha obligado a “ver” y saber aun no queriendo y negándonos. Y sobre todo hagamos las cosas bien, Quedémonos en casa y ayudemos a parar la curva. Entre todos y todas lo conseguiremos.
Nagore Taboada
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