Adiskidetasunak mina egiten duenean. Cuando la amistad hace daño

Adiskideak era askotakoak izan daitezke, laguntzen eta zaintzen gaituztenak edo mina eta kalte egiten gaituztenak. Gure lagunak gure osasunarekin zerikusi haundi dute. Pertsona onekin eta ondo sentiarazten gaituztenekin elkartzea osasuntsua da. Mina egiten gaituzten pertsonekin elkartzea ordea, osasungaitza.

Norbaitekin erlazio bat haustea ez da erraza, baina persona horrek ondo ez gaituenean sentiarazten gure bizitzatik ateratzea da aukerarik egokiena. Batzuetan beste persona aldatu daitekeela pentsatu dezakegu, baina denborarekin ez dela aldatzen egiaztatzean, persona horrekin hitz egitea da onena. 

Lagun toxikoak alde batera uztea erabakitzen duguenan, erabakiarekin aurrera jarraitzea da garrantzitsuena. Beste pertsonarekin hitz egitea beharrezkoa da erabaki bat edo bestea hartzeko garaian. Geure erruak zein izan diren ere onartu behar ditugu. Pentsatzen eta sentitzen duguna beste pertsonari esan diezaioguke beste, baina ez da komenigarria gaitzezpenak egitea.

Zer sentitzen dugu adiskidetasuna amaitzean? Liberazioa, harritu egin gaitezke ondo sentitzen garelako, urduritasunik eta tentsiorik gabe.

Existen amistades que son como si formasen parte de nuestra familia que nos ayudan, nos cuidan y podemos compartir muchas cosas de nuestro día a día y a su vez, les aportamos mucho a sus vidas. También hay amistades que hacen daño y pueden terminar perjudicándote, te aportan poco o nada y es mejor no tenerlas cerca. El cuidado de la salud abarca mucho más de lo que pensamos. Cuidarnos interiormente, a nuestro cerebro y a nuestro corazón, en lo que a sentimientos se refiere, es igual de necesario porque hay ocasiones en las que luego lo malo nos pasa factura pudiendo incluso llegar a enfermar. Estar con personas que suman, que nos hacen ser mejores y podamos pasar buenos momentos es necesario y muy saludable. Rodearnos de situaciones que nos dañan, de relaciones que son tóxicas y de conversaciones que atacan al final, nos hará mucho daño.

Romper con alguien no es fácil. Cuando ese alguien nos hace sentir mal es mejor sacarlo de nuestras vidas. Seguro que no son personas malas pero para nosotros sí lo son y a su vez podemos serlo para ellos. Hay señales que nos indican cuando las amistades son tóxicas y aprender a diferenciarlas o detectarlas pueden ayudarnos a darnos cuenta de que nos está pasando y podremos terminar por tomar la decisión de terminar con esas relaciones. Y es que hay veces en las que las relaciones se estancan aun habiendo cierto cariño pero no avanzan y empiezan a aparecer ciertos enfados que al final la situación no es buena para nadie. Este tipo de amistades con el tiempo están destinadas a romperse y hacerlo bien y de las mejores de las maneras no es fácil. Muchas veces el miedo de lo que nos va a traer nuestra decisión nos echa para atrás y pensamos que esa persona va a cambiar. Con el tiempo nos damos cuenta de que no es así y al final no nos queda de otra que poner fin si o si por que ya no podemos más.

Cuando ya tengamos claro de que no hay vuelta atrás sobre terminar con esa amistad tóxica, lo importante es seguir para adelante porque si no no lo haremos nunca. No entrar en una guerra llena de reproches de “tú has hecho….tú has dicho…..” a pesar de ser realmente difícil y duela, se puede conseguir y facilitará que esta situación no se alargue en el tiempo. Eso no significa que tengas que permitirlo todo y es un buen momento para decir basta y expresar lo que pensamos y sentimos, hablando dejando clara nuestra decisión. Si no lo tenemos claro y queremos seguir adelante con esa amistad, lo mejor es hablar con él o ella y así ayudarle para que pueda darse cuenta del daño que nos está haciendo y recapacite. Igual esa persona merece la pena. Lo mejor es hablar para arreglar las cosas, tomar un camino u otro y para que la otra parte sepa cómo nos sentimos. Sobre todo no usar lo que un día nos unió para hacer leña del árbol caído. Lo que se nos confió en su día contarlo a los cuatro vientos no nos va a hacer sentirnos mejor. Por el contrario empeorará las cosas y se puede convertir en una guerra que nunca terminará. El respeto hacia la otra parte, hacia nosotros mismos y a esa amistad que un  día fue, a pesar de no ser fácil mantenerlo y de que la otra parte no nos respete, es necesario para nuestro proceso de duelo y superación. Admitir nuestra parte de culpa sin machacarnos para asimilar lo que está pasando, para poder soltar y respirar nos va a ayudar. Porque nos podemos estar ahogando y necesitamos si o si respirar para poder pasar página. Admitir nuestra parte de culpa nos ayudará a aprender a poner límites a las amistades no consintiendo según que comentarios o situaciones. El no haberlo hecho en su día  le dará pie a esa amistad tóxica a seguir haciéndonos daño. ¿Y qué sentiremos cuando rompamos con esa amistad? liberación. Será como si nos hubiésemos quitado un gran peso de encima. Y hay que recordar que no estamos solos. Tenemos a gente que realmente nos quiere, nos valora y son amistades buenas. Nos sorprenderá descubrir que nos sentimos bien, sin tensión ni nerviosismo y disfrutaremos de la vida, de buenas conversaciones y  buenos momentos.

a

Nagore Taboada.

Es día de descubrimientos

Este miércoles 14 celebraremos la Jornada de Homenaje a los monitores del programa Paciente Activo – Paziente Bizia, que este año va a ser en Vitoria-Gasteiz.

Para nosotros, los pacientes monitores, es un día de encuentro, de descubrimiento, de formación, de celebración y también de agradecimiento.

Día de encuentro y reencuentro con compañeros monitores con los que hemos compartido formación, otros encuentros y, muy especialmente, los talleres a través de los que compartimos y aprendemos con otros pacientes a vivir el día a día como nos gusta hacerlo conviviendo con alguna dolencia crónica.

Es día de descubrimientos. Descubrimiento  de nuevos compañeros monitores que han terminado de realizar su formación inicial y que ya han llevado a cabo sus primeros talleres o están a punto de hacerlo. Con ellos puede ser que pronto compartamos, además de la convicción de que la enfermedad crónica exige de nosotros una respuesta proactiva, alguno de esos talleres.

También es día de descubrir las iniciativas y novedades realizadas o planeadas en otras comarcas, tanto las que ya llevan una trayectoria de años en este proyecto, como en las que se van incorporando a Paciente Activo extendiendo su ámbito geográfico. Y seguro que también conoceremos que el programa se ha extendido, o va a hacerlo, a otros colectivos afectados por la cronicidad.

Es una jornada de celebración, de emoción, de hacer visible que lo que nos mueve es, más allá de padecer una enfermedad crónica, la voluntad de convivir con ella llevando nosotros la iniciativa de nuestras vidas con la mayor calidad posible.

Homenaje Paciente Activo

Jornada programa Paciente Activo 2015

 

Este año será, muy especialmente, un momento para recordar y celebrar el haber conocido y compartido proyecto con Josetxo, que ya no está, pero que sí que permanece en cuantos hemos tenido la suerte de compartir esta aventura con él.

Y además, somos gente seria y laboriosa, trabajaremos un poco, recibiendo alguna formación o herramienta que nos sirva de instrumento en los talleres: para ayudar transformar la ilusión en logros, los retos en propósitos cumplidos o, por lo menos, en propósitos en marcha.

Decía al principio que es también una jornada de agradecimiento, que si bien oficialmente es el de Osakidetza hacia los pacientes crónicos que participamos como monitores en Paciente Activo, yo quiero extender, es de justicia, a todos los compañeros monitores profesionales de la sanidad y a la propia Osakidetza.

Gracias de corazón a todos los compañeros “sanitarios” que desde el principio han estado y siguen ahí. Cuando los pacientes empezábamos a dar pasitos de su mano en esa intuición sobre cronicidad que ellos tenían más clara que nosotros mismos, creo que ellos creyeron y actuaron por nosotros antes de que nosotros mismos lo tuviésemos claro.  Gracias.

Gracias por ello y por mantener hasta hoy esa intuición, ese esfuerzo y esa ilusión en muchas ocasiones más allá de vuestros horarios, más allá de vuestras obligaciones profesionales, asumiendo tensiones, incomprensiones y esfuerzos no siempre reconocidos ni recompensados, pero que os agradezco de todo corazón.

Gracias, hacéis grande este proyecto que soñasteis por nosotros, que nos ofrecisteis y que hoy seguís compartiendo con nosotros. El miércoles podré agradecéroslo personalmente a muchos de vosotros.

Y gracias también a Osakidetza, a quienes desde diferentes puestos y momentos dieron luz verde a esta iniciativa en la cronicidad, la apoyaron y han seguido y siguen dándole cobijo bajo el gran paraguas de la sanidad pública, la que es todos y hacemos entre todos. Gracias.

Nos vemos el 14 en Gasteiz.

 Juan Carlos Mendizabal

A %d blogueros les gusta esto: