Opioideak bai ala ez? Opioides, ¿sí o no?

Opioideak, besteak beste, beste analgesiko batzuei ondo erantzuten ez dien min kronikoa tratatzeko erabiltzen dira.

Duela urte batzuk espezialistak errezetatu zizkidan mina kotrolatzeko beste botika batzuk ez zirelako eraginkorrak.

Nahiz eta pertsona bakoitzari kimikak modu ezberdinean eragiten digun, nire senarrari prospektua irakurtzeko esan nion albo-ondorioei buruz aurreiritzirik ez izateko. Laster aurkitu nituen horietako batzuk: idorreria, zorabioak eta goragaleak…

Batzuetan, albo-ondorioek, errutina baten garapen normala zaildu dezakete. Hori dela eta opioideen ondorioak zein diren jakitea interesgarria da.

Espezialistak ezarritako jarraibideari jarraitzen ditut, mendekotasuna sortzen baitute, eta dosia murriztearekin batera, dosi-aldaketarekin batera zetozen sentsazio anomaloak izan ditzazkezu.

Pertsonalki ez nago opioideen kontra, nik neuk kontsumitzen ditut. Nire ustez, kontziente izan behar dugu horrek gure egunerokoan zer dakarren,

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Los opioides se utilizan, entre otras cosas, para el tratamiento del dolor crónico que afecta al desarrollo de una vida normal y que no responde bien a otros analgésicos.

Yo comencé a tomarlos hace unos años, cuando otros fármacos no resultaron eficaces así que el especialista me los recetó para intentar controlar el dolor.

Aunque a cada persona nos afecta la química de forma diferente le dije a mi marido que leyese el prospecto para no predisponerme con respecto a los efectos secundarios. Muy pronto descubrí algunos de ellos:

–       Estreñimiento: es común pensar que es un mal menor, bueno, en mi opinión no lo es tanto, las heces son una de las formas en las que el cuerpo elimina toxinas y desechos. Así que, mantenido en el tiempo, puede acarrear efectos no deseados como las consabidas hemorroides, obstrucción intestinal (¡creía que tenía apendicitis!), etc.

–       Mareos y náuseas: una desagradable sensación de inestabilidad y la sensación de hambre queda relegada a un segundo plano. No ayuda mucho a mantener una alimentación equilibrada.

–       Embotamiento mental: algunas palabras parece que se esconden detrás de un muro que hay que saltar para recuperarlas y la línea de pensamiento se vuelve un poco curvilínea.

En ocasiones los efectos secundarios pueden dificultan el desarrollo normal de una rutina tanto como el síntoma a tratar, e incluso se necesitan remedios adicionales para contrarrestarlos.

En mi caso, intento encontrar el equilibrio hablando con el especialista y entre los dos vamos valorando las opciones.

A largo plazo, los posibles efectos indeseados del fármaco pueden quedar enmascarados por los de las dolencias para cuyos síntomas son prescritos. Hay que tener en mente que son fármacos paliativos y no curativos.

Sigo estrictamente la pauta establecida por el especialista ya que crean adicción, incluso con la disminución de la dosis se puede pasar el mono (síndrome de abstinencia) que descubrí al tener sensaciones anómalas (temblores, sudor frío, intenso dolor de cabeza, náusea e irritabilidad) que acompañaban al cambio de dosis.

A parte de lo anterior, se me plantearon varios temas, por ejemplo la conducción que a priori parece bastante sencillo… Pregunté a los médicos si se puede conducir tomando opioides a lo que me contestaron que los pacientes conducen. Llamé a la DGT y su respuesta fue que no existe un listado de fármacos con los que no es posible conducir aunque hay recomendaciones generales (http://revista.dgt.es/es/salud-vial/2018/1005-Salud-num-246-Opioides.shtml#.Xo3Xg-ozbIU). El conflicto viene en caso de parar en un control rutinario o tener un golpe con el coche, los agentes del orden o el seguro del vehículo pueden estar en desacuerdo con los especialistas médicos y la DGT. No existe una fuente clara y fiable a la que se pueda recurrir para informarse.

Lo mismo ocurre con personas que trabajan desempeñando funciones en las cuales los efectos del opioide pueden interferir de forma negativa, por ejemplo un chófer de autobús. En principio pueden tomar opioides pero en caso de incidente achacable a los efectos del fármaco… estamos de nuevo en zona gris.

Personalmente no estoy en contra de los opioides, yo misma los consumo. Opino que debemos ser conscientes de lo que conlleva en nuestro día a día así como posibles repercusiones a medio/largo plazo. Entiendo que con la información que disponemos es nuestra responsabilidad tomar una decisión respecto a los fármacos que tomamos.

Tabira Aguirre

Foundation training, oraindik iristear. Foundation training, todavía por llegarnos

Gure eguneroko egun batean pentsatzen badugu, mugikorrarekin, gure autoa gidatzen, ordenagailuaren edo telebistaren aurrean… imajinatu gaitezke. Eric Goodmanen arabera, egoera hauekin, minaren kiribilean sartu gaitezke.

Eric Goodman doktorea, sendagile kiropraktikoaz gain, Foundation Training-aren sortzailea ere bada.

Goodman doktoreak bizkarreko min kronikoa pairatu zuen urte askoz, eta hamaika tratamendu desberdin jarraitu ondoren, konponbide desberdin baten bila hasi zen. 10 urte ondoren, hurrengo ondorio hau atera zuen: gaizki mugitzen gara, gure gorputzaren aurka.

Foundation Training-ak gure mugitzeko era eta gaur egungo bizitza modernoak sortzen dituen desorekak konpontzen ditu. Bertan, jarrera eta mugimendu desberdinak lantzen ditu besteak beste. 

Gaur egun geroz eta denbora gehiago pasatzen dugu eserita, era honetan gure gorputzak, grabitatearen indarraren aurka egiten du lan.

«True to form» liburuan eta interneten informazio gehiago bila dezakezue. 

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Si nos ponemos a pensar sobre un día cualquiera de nuestra vida probablemente nos visualicemos tecleando delante del ordenador, inclinados sobre nuestro teléfono móvil, Ipad, libro electrónico, etc., quizás incluso viendo tranquilamente la tele sentados de cualquier manera en el sofá, conduciendo nuestro coche… y un montón de situaciones similares que nos pueden introducir en una espiral de dolor según el Dr Eric Goodman.

El Dr Eric Goodman es el creador del Foundation Training, se tituló como médico quiropráctico en el Southern California University of Health Sciences.

El doctor Goodman padeció dolor crónico en la espalda debido a una sustancial degeneración en las vértebras L4, L5 y S1 así que durante años estuvo tratando su síntoma, el dolor, con medicamentos contra el dolor cada vez más potentes junto con rehabilitación, ajustes quiroprácticos… pero los médicos le recomendaron pasar por quirófano. Finalmente decidió no operarse y buscar una solución alternativa basándose en su adquirido conocimiento de cómo funciona el cuerpo humano. Tras 10 años de muchas pruebas de ensayo-error llegó a una conclusión que él consideró como obvia y fundamental: Nos movemos mal, nos movemos de forma contraria a como nuestro cuerpo está “construido” y “equipado” para moverse.

Foundation Training sienta las bases para cambiar la manera en que nos movemos y corregir los desequilibrios causados en nuestro cuerpo por el modo de vida moderno. Son una serie de posturas isométricas, posiciones y movimientos correctivos que activan la cadena muscular posterior, ancla las caderas, descomprime la médula y nos enseña a soportar el peso de nuestro cuerpo en los músculos y no en las articulaciones, como tendemos a hacer ahora.

La compresión es la raíz del dolor, nuestro cuerpo trabaja siempre soportando la gravedad.

Un cuerpo sano utiliza músculos largos, articulaciones alineadas y patrones de respiración sanas para mantener la fuerza y la integridad estructural a lo largo de la vida.

El modo de vida moderno nos facilita nuestras actividades diarias por lo que se tiende a estar más tiempo sentado que en movimiento.

El resultado de esta vida sedentaria y el paso del tiempo derivan en un cuerpo que se adapta a trabajar contra la fuerza de la gravedad de manera más ineficiente. Según nuestro cuerpo reaprende cómo moverse apropiadamente, se vuelve más fuerte y el dolor decrece.

Para practicar Foundation Training no es necesario ningún tipo de equipamiento ni acudir al gimnasio.

Actualmente existe un libro que no se ha traducido todavía al castellano “True to form” escrito por el Dr Goodman en el que se explica el fundamento y las posiciones del Foundation Training. También se pueden encontrar vídeos gratuitos en Internet que nos pueden ayudar.

Tabira Aguirre

Hemendik aurrera ibuprofenoa eta parazetamola errezetarekin bakarrik. Y a partir de ahora el ibuprofeno y el paracetamol… sólo con receta

Parazetamola eta ibuprofenoa gure etxeko botikinetan bila ditzazkegu. Osasun profesionalek era libre batean hartzeak dakartzaten arriskuei buruz ohartarazi gaituzte behin baino gehiagotan.

Botika hauek neurriz hartu behar dira. Pertsona gazte askok, dosi altuetan eta behar ez diren kasuetan hartzen dituzte.

¿Ba al dakigu zertarako den bakoitza?

Parazetamola analgesikoa da eta sukarraren aurka ere erabiltzen da, hau da, mina arinduko digu eta sukarra jaitsiko digu, hotzerian eta gripearen kasuan bezala.

Ibuprofenoa, analgesikoa eta sukarraren aurka erabiltzeaz gain, hanturaren aurka ere erabiltzen da, baina gure urdailarentzat mingarriagoa izan daiteke babesik gabe eta denbora luzez hartzen badugu. Komenigarria da elikagaiekin hartzea.

Gaur egun errezeta behar dugu botika hauek hartzeko lege baten ondorioz.

Noiz hartu behar dut bata ala bestea?

Prozesu arinetan (hotzeriak, burutik beherakoak, eztarriko min arina…) parazetamolarekin hastea komeni da. Gogoan izan ez dituzula dosi altuak behar.

Zure sendagilearekin eta erizainarekin kontsultatu edozein zalantza izanez gero.

Tanto el paracetamol como el ibuprofeno son dos medicamentos que forman parte de los botiquines de muchas de nuestras casas. Tanto es así, que en los últimos tiempos los profesionales de la salud han ido alertando más a sus pacientes de los riesgos de tomar el ibuprofeno sobre todo, de forma libre y sin prescripción médica.

Como todo en esta vida, en la medida justa y exacta se encuentra la virtud, y en este caso no podía ser de otro modo. La población más joven en muchos casos ha pasado a utilizar este medicamento del que hablamos, ibuprofeno, a dosis elevadas y no siempre en las condiciones óptimas para la resistencia de nuestros estómagos, a quien más de uno ha podido dar algún susto en forma de gastritis o incluso lesión de la mucosa por sangrado.

¿SABEMOS PARA QUÉ SIRVE CADA UNO DE LOS DOS?

El paracetamol es un medicamento analgésico y antitérmico en uno; eso significa que nos aliviará el dolor y a la vez bajará la fiebre si nos encontramos por ejemplo ante un sencillo resfriado o ante una gripe sin más complicaciones.

El ibuprofeno en cambio, se trata de un medicamento antiinflamatorio, también analgésico y antitérmico. Sin embargo es más erosivo para nuestro estómago si lo tomamos de forma continuada sin protección. Es conveniente no tomarlo sin alimento, precisamente por todo lo anterior.

¿POR QUÉ AHORA CON RECETA?

La ley de Garantías y Uso Racional delos Medicamentos obliga desde el año 2015 a que estos dos fármacos no se dispensen sin receta. Sin embargo, desde que el pasado mes de febrero se puso en marcha el Sistema Verificación del Medicamento (SEVEM) , que es un sistema europeo,existe una mayor vigilancia en lo relacionado con los medicamentos así como su dispensación en farmacias.

 ¿CUÁNDO UNO Y CUÁNDO OTRO?

Ante procesos leves de salud, tales como resfriados, catarro, un dolor leve de garganta, lumbar.. empieza siempre por el paracetamol. Y no precisamente a dosis elevadas. Consulta con tu médico de familia o tu enfermero/a y te orientará acerca del manejo de estos medicamentos: dosis, frecuencia y duración. También sobre el modo de administración.

Los medicamentos no dejan de ser lo que son, medicinas que están para ayudarnos cuando los necesitamos. Pero no debemos consultar con los diferentes profesionales de la Salud que siempre nos aconsejarán de la forma más adecuada.

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Izaskun Antúnez

Min kroniko batekin bizi naiz. Zerbait egin al dezaket? Vivo con un dolor crónico ¿Puedo hacer algo?

Duela gutxi, Nagorek minari buruz hitz egin ginduen.

Hace unos días Nagore nos hablaba del dolor, algo muy presente en la vida de muchas personas que viven con una enfermedad crónica.

Mina sentsazio desatsegina da eta pertsona bakoitzak era desberdinean sentitzen du.

Min kronikoa gertakari konplexu bat da eta ondorio emozionalak, sozialak eta ekonomikoak izan ditzazke besteak beste. Sufritzen duenaren bizi kalitatean eragiteaz gain, ingurukoei ere eragiten die. Sigue leyendo

Mina, gutxi maite dugun bidelaguna. El dolor, compañero poco querido de camino.

Egunerokotasunera itzultzea ez da erraza. Nire udara ez da onena izan belaunean izan dudan kaltzifikazio baten erruz.

Gaixotasun kronikoren batekin bizi zarenean, min edo ustekabe bat sortzean, errekuperazioa luzeagoa izaten da.

Tendoietan kaltzioaren pilaketaren ondorioz sortzen dira kaltzifikazioak eta lesio mingarriak izaten dira.  Analgesikoez gain, hantura kontrako pilulekin ere tratatzen da. Kirurgia eta ultrasoinuak ere erabil daitezke.

Hantura kontrako pilulik ezin ditudanez hartu, ultrasoinuak eta fisioterapeuta baten laguntza behar izan dut. Sendatzea mantxoa izan da baina hobetu egin naiz.

Erabaki bat hartu baino lehen ondo informatu zaitezte, ez izan beldurrik galdetzeko, eta gaixotasun gehiago badituzue kontuz ibili, denek ezin baitute tratamendu hau jaso.

La vuelta al cole nunca es fácil. Tras pasar el verano y disfrutar de días en los que descuidamos la alimentación, nos relajamos y disfrutamos del buen tiempo, volver a la rutina de cada día no suele ser fácil. Quitarnos las sandalias y la camiseta de manga corta para en cuestión de poco tiempo tenerlas que cambiar por algo menos ligero, nos cuesta y mucho.

Este verano para mí no ha sido de los mejores. Cuando todo el mundo estaba luciendo moreno, disfrutando de la playa y del verano en general, a mí va y me sale una calcificación en la rodilla de la pierna izquierda. Mi verano ha sido un tour hospitalario por diversos problemas de salud que por suerte, he ido superando. Y quitando lo de la rodilla, puedo decir que estoy bien. Ha habido momentos en los que he deseado que este verano terminase y volviese la tan poco deseada “vuelta al cole”, para dejar bien de lado estas semanas de dolor, no dormir y sobrevivir a una racha mas bien mala.

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Cuando vives con alguna enfermedad cualquier extra añadido que te cause molestia o dolor, cuesta que te recuperes más tanto física como en el tiempo, respecto a una persona que no tiene que convivir con ningún problema de salud. En mi caso como ya sabéis mi día a día viene acompañado por 3 enfermedades y por el dolor, el tan poco querido compañero de viaje. Una de mis idas y venidas al hospital de este verano, ha sido por la calcificación, o por “la piedra” como familiarmente la llamo. Empecé sintiendo unas molestias en la rodilla, que no di importancia ya que al convivir a diario con un dolor base, piensas que “es normal”. Con el paso de los días, esas molestias fueron convirtiéndose en algo nada fácil de llevar. Hasta que un día no podía caminar y  ya empezaba a ser preocupante.

¿Qué es una calcificación?

Es una lesión bastante molesta, que puede llegar a ser muy dolorosa e incapacitar a quien la sufre. Gran cantidad del calcio que ingerimos diariamente va a parar a los huesos, el resto sobrante pasa a la sangre. Cuando ese calcio va depositándose sobre algún tendón, forma un capa que poco a poco va endureciéndolo haciendo que este deje de ser flexible, pierda capacidad de movimiento y riego sanguíneo. Las más comunes suelen ser en el hombro o en zonas como el espolón del calcáneo, el tendón de Aquiles o el tendón rotuliano.

 Los síntomas suelen ser muy molestos llegando a sentir dolor en la zona afectada no pudiendo moverla. La inflamación, bultos o deformidades, debilidad muscular y calambres suelen ser habituales en quienes sufren de una calcificación. Una mala alimentación, lesiones mal curadas, envejecimiento de la persona, algunos medicamentos, sobrecargas repetitivas o factores genéticos, pueden ser algunas de las causas de la aparición de una calcificación.

 El tratamiento con la administración de antiinflamatorios para bajar la inflamación y de analgésicos para aliviar el grado de dolor es prioritario. A veces acompañado de un tratamiento quirúrgico, que consiste en una operación en la cual se rompe la calcificación para poder extraerla, o de el tratamiento por ondas de choque, o ultrasonidos, con el que se consigue ir desprendiendo la calcificación con cada sesión, iremos recuperando la movilidad de la parte afectada, aliviando el grado de rigidez, de dolor y aceleraremos el proceso natural de recuperación disminuyendo la inflamación.

 En mi caso “la piedra” no solo me ha generado mucho dolor, también me han acompañado los calambres, el no poder dormir, la inflamación de la zona e incluso, he tenido hinchada la pierna y el pie. Si le añadimos que no puedo tomar los antiinflamatorios por estar contraindicados con una de mis enfermedades, tenemos como resultado pasarlo peor durante más tiempo. Tras informarme y valorar ya que no todo el mundo puede realizarse según que tratamientos, opté por el de ultrasonidos acompañado de un masaje en un buen fisioterapeuta. No os voy a engañar, el proceso de recuperación es lento. Con la primera sesión no vais a estar como nuevos. Hay que tener paciencia e iréis viendo en poco tiempo resultados. Gracias al tratamiento puedo andar y lo más importante, el grado de dolor ha bajado junto con la inflamación e hinchazón que es lo que más me preocupaba.

 Y os preguntareis ¿duele? ¿qué notas en la primera sesión?

No, no duele nada y lo primero que noté es que al día siguiente no tenía el pie casi hinchado. Es una máquina la cual ajustan el grado de potencia de las ondas. Junto con un gel te pasan por la zona afectada con un aparatito que tiene la máquina, es parecido a cuando te hacen una ecografía.

 indiba-activ-therapy-902.jpgImportante, os recomiendo antes de tomar ninguna decisión informaros muy bien. No tengáis miedo a preguntar. Si tenéis enfermedades previas tened mucho cuidado ya que lo que os comentaba antes, no todo el mundo puede realizarse los ultrasonidos. Dejaros aconsejar y asesorar por vuestros especialistas y personal sanitario de vuestros centros de salud y hospitales, y del propio fisioterapeuta, ya que si no está indicado para vuestro problema de salud os puede perjudicar, hacer daño y al final será peor el remedio que la dolencia o  enfermedad.

Como siempre me despido con una frase de película. Como dijo el actor ya fallecido Robin Williams en “Patch Adams” (Dr. Hunter Adams) “Los medicamentos alivian el dolor, pero solo el amor puede aliviar el sufrimiento”.

                                                                                                                                                                       Nagore Taboada.

Dolor crónico

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Iñaki Etxebarria

El otro día escuchaba a pacientes que sufrían enfermedades en las que el dolor era el síntoma principal. Hablaban pacientes que sufrían procesos como migrañas, dolor lumbar crónico, fibromialgia, etc. Relataban su vivencia del dolor, lo incapacitante que era o había sido en sus vidas cada vez que aparecía. Hablaban de situaciones en las que llegaban a sentirse anulados como personas al sentirse impotentes para hacer las mínimas tareas que todos hacemos en nuestro día a día. A todo ello, se sumaba la incomprensión que vivía cada uno de ellos por parte de su entorno social, laboral, familiar y por muchos profesionales de salud cuando contaban lo que estaban sufriendo. “Os puedo asegurar que cuando digo que me duele hasta el pelo, es cierto. Si alguien os lo dice alguna vez, creerle.” decía una mujer.

El dolor no es una enfermedad y sin embargo, marca la presencia de muchas enfermedades en nuestras vidas. De tal modo, pensamos que una enfermedad está mejor o peor controlada si el dolor que produce es mayor o menor. Curiosamente, el dolor marca mucho más la calidad de vida de las personas que lo padecen que otras enfermedades cuyos síntomas están menos presentes o son más tolerables y que, sin embargo, comprometen de manera más importante nuestro pronóstico vital.

El dolor tiene aspectos biológicos, psicológicos y sociales. El primero de ellos, aunque parezca sorprendente, no es el más importante en el dolor crónico. Los aspectos psicológicos y culturales parecen tener un importante papel. ¿Por qué? Algunas hipótesis, y se está investigando en ello, plantean que el dolor es también algo “aprendido” por nuestro cerebro. De ese modo, el dolor se desencadena y mantiene por multitud de estímulos que nuestro cerebro reconoce: situaciones determinadas que vivimos, estrés, viento sur, cansancio excesivo, recuerdos, etc….Todo este proceso se desarrollaría de manera inconsciente. Insisto en que se está investigando en ello pero es cierto también que algunos grupos de trabajo que tratan el dolor desde este enfoque  presentan resultados positivos.

Por todo ello, buscar un tratamiento adecuado para el dolor es una de las prioridades en el terreno de la medicina. Pero el dolor crónico supone la necesidad de tomar diariamente medicamentos que no están exentos de efectos secundarios  y que en bastantes ocasiones tampoco resultan tan eficaces como nos gustaría. En dolores de origen lumbar, por ejemplo, los tratamientos no farmacológicos son en ocasiones más efectivos.

¿Qué podemos hacer entonces desde nuestra perspectiva cuando tenemos un dolor crónico? Podemos aprender a convivir con él.  Seguir haciendo nuestras tareas habituales, sabiendo y sintiendo que está ahí, presente en aquella zona que nos duela, pero sin que ello suponga que centremos toda nuestra atención vital en él. Puede parecer una propuesta transgresora pero podemos plantearnos no ceder el terreno de nuestras vidas al dolor:  no negarlo, no combatirlo, simplemente dejarnos acompañar por él sin darle protagonismo alguno hasta que nuestro cerebro, lo “desaprenda”, lo deje de asociar, y lo deje ir. No es un camino fácil ni corto, pero  igual merece la pena recorrerlo, con el aliciente de que está en nuestra mano. Por lo menos, es un enfoque que conviene considerar durante unos minutos, y probar.

DOLOR (Otros tipos de cronicidad)

 

Me gustaría  compartir con vosotros otros tipos de cronicidad. Cada día me preocupan más ciertos aspectos de la salud de los que aun no hemos tratado en este blog.

Hoy quiero hablar del dolor. El dolor es un problema grave de salud en todo el mundo.

La OMS define como salud “completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o falta de enfermedad”. Y esta definición data de los años cuarenta y no ha sido modificada desde 1948.

Muy lejos queda la definición de ausencia de enfermedad.

El dolor por sí mismo podría considerarse una enfermedad. Todos tenemos la experiencia de dolor. Un dolor de cabeza o de estomago nos amarga la existencia. Nos deja indefensos y reduce considerablemente nuestra calidad de vida. Es tan importante su ausencia en nuestra vida que ya tiene la consideración de quinta constante, añadiéndolo a la fiebre, la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. Y me pregunto, si todos estos síntomas se tratan cuando están fuera de la normalidad,¿ por qué tiene distinta consideración el dolor?

Un referente mundial sobre este tema es la Declaración del Colegio de Anestesistas de Australia y Nueva Zelanda que considera el alivio del dolor como un derecho humano  y dice que el paciente tiene:

1-Derecho a ser creído 2– Derecho a una evaluación y tratamiento adecuado. 3-Derecho a ser tratados por profesionales sanitarios con la debida formación y experiencia. 4– Derecho a unas estrategias eficaces para el control del dolor 5-Derecho a recibir formación sobre las alternativas existentes para un tratamiento eficaz del dolor en cada caso particular 6– Derecho a una planificación adecuada para el alivio del dolor después de recibir el alta de los cuidados inmediatos.

En España se crea la primera Unidad Terapéutica del Dolor en 1973.

Podríamos definir el dolor como una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con una lesión presente o potencial. Por lo tanto es un proceso subjetivo y complicado.

Existen escalas para valorar el dolor: una escala visual numerada de 0 a 10, donde 0 es ningún dolor y 10 dolor máximo. Para pacientes deteriorados, demenciados o niños, existe una escala especial con caritas.

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Como vemos el dolor es una experiencia complicada y subjetiva. Lo que a mí me parece un dolor insoportable para otros puede ser mucho menos.

Todos tenemos también la experiencia propia o de alguien cercano que sufre o ha sufrido dolor. También sabemos de las dificultades que supone el vivir con dolor o con alguien que lo padece. Sabemos de la incomprensión, del cansancio, de la incomodidad, del sufrimiento sicológico para quien lo sufre físicamente y para los que le rodean. Al ser una experiencia subjetiva tiene mucho de nuestra propia vivencia.

Recuerdo hace mucho tiempo durante un proceso traumatológico largo, que mi médico me decía,” tú estas deprimida”..Claro, nadie vive con dolor sin sentir tristeza y si tienes un bebé al que no puedes coger, evidentemente te sientes triste e impotente. El dolor te impide hacer tu vida normal. Y eso nos causa un dolor emocional que nos deja sin fuerzas y que se añade al dolor físico aumentándolo en una medida muy importante.

Podemos diferenciar el dolor agudo del dolor crónico.

 Nadie se cuestiona el dolor  agudo. Siempre se debe a causas que se resuelven en un tiempo más o menos largo pero acaba desapareciendo. Hay que tratarlo evidentemente pero es mucho menos complejo que el crónico por el hecho simple de que se pasa cuando desaparece la causa que lo provoca.  

El gran problema está en el dolor crónico

¿Qué podemos hacer en esta situación?

Lo primero, acudir al médico. Ellos pueden poner tratamientos que nos quiten el dolor. Todos tenemos mucho miedo a estos tratamientos. Hay muchos mitos respecto a ellos. Que si suben la tensión, que si tienen muchas contraindicaciones (los prospectos- sabana no ayudan y avalan nuestra idea de las contraindicaciones), que si tienen muchos efectos secundarios, que si crean adicción.. y yo me pregunto qué es mejor, ¿ vivir con dolor o el miedo a todo esto?.

Estos tratamientos no tienen límite. Cada vez hay más medicamentos para quitar el dolor y la unión de varios de ellos puede obrar milagros. Es muy difícil hacerse adicto a ciertas medicaciones y cuanto mayor es el dolor, menor grado de adicción producen.

Técnicas de relajación. Si el dolor tiene un componente emocional importante cuanto más relajados nos encontremos, menos dolor tendremos. Y ya sé que es muy difícil relajarse cuando sufrimos dolor, pero lo poco que hagamos nos va a beneficiar muchísimo. Visualizaciones de lugares agradables o situaciones en las que hemos sido felices. Respiración abdominal que nos permite en segundos sentir como nuestros músculos se descontraen.

Si nuestro estado lo permite, salir de casa y pasear. Al salir hacemos algo de ejercicio que nos va a sentar muy bien y tenemos la posibilidad de relacionarnos con gente y olvidar la situación desagradable que estamos viviendo. Al menos durante un rato no estaremos pendientes del dolor.

No olvidar los hobbies, leer, hacer manualidades, pintar hacer punto o ganchillo, ver la tele, son actividades que nos mantienen la atención centrada en lo que hacemos y  nos alejan del dolor.

No encerrarnos en nosotros y nuestras vivencias. Llamar y hablar con los amigos. Pedir que nos acompañen un rato si no podemos salir. Seguro que están encantados de poder ayudar y de acudir a nuestro domicilio a pasar un rato con nosotros. Y si no se lo decimos es posible que no se atrevan a llamarnos o a acompañarnos pensando que pueden molestar.

Y volver al médico si no obtenemos el alivio esperado. Hay unidades específicas de dolor a las que nos pueden mandar.

Y si quien sufre el dolor es alguien cercano a nosotros. ¿Qué podemos hacer para ayudar?

Lo principal, no minimizar su dolor. Hacer caso de lo que nos dicen. Creer lo que nos cuentan. Nada es más horroroso que el que alguien te diga..mira que no será para tanto, ya verás como se pasa, pero hombre todavía te duele?..NUNCA pongamos en duda su dolor.

Todos sabemos lo incómodo que es vivir con alguien que sufre un dolor crónico. Pero mucho más difícil es vivir con  dolor. Acompañar a veces es suficiente. Y cuidarnos a nosotros necesario para que nuestra compañía sea efectiva. Evadirnos para poder ayudar. Nos necesitan enteros, psicológicamente fuertes.

Que más decir. A vosotros pacientes que vivís con dolor, ánimo para seguir viviendo. A los familiares que los acompañáis, paciencia y comprensión. A vosotros médicos que los tratáis, daros las gracias por no caer en lo que algunos autores llaman la ética del infratratamiento. El enfermo tiene derecho a ser aliviado de su dolor. El médico tiene el deber de aliviar al enfermo, no como una cuestión opcional sino como un imperativo ético.

Magdalena Vázquez

Hablando de dolor

Mi madre sufre dolor crónico. Toma varios medicamentos al día para el dolor. Tiene ratos mejores y peores, lo que le lleva a tener días mejores y peores, y sobretodo noches. No se por qué, pero parece que por las noches los dolores aumentan, o por lo menos su percepción. Será que simplemente al no tener mas estímulos externos, nos hacemos más conscientes de nuestro mal..??

 

Ha visitado a todas las clases de masajistas, fisioterapeutas, reflexólogos, acupuntores, curanderos, naturistas y demás gremios relacionados, que os podáis imaginar. Desafortunadamente lleva una larga trayectoria en este sentido, y después de todos ellos, siento no tener una fórmula milagrosa para regalaros que resulte curativa. Algunas cosas le han resultado más útiles que otras, pero en este sentido, creo que lo más prudente es personalizar, ósea que lo que a mi madre le ha mejorado durante una temporada, no tiene por qué funcionaros a vosotr@s, por lo que no me atrevo a señalar nada como valido. Lo que si me gustaría, es recomendaros que os pongáis únicamente en manos de profesionales titulados. Las personas que sufren dolor crónico tienen temporadas en las que les resulta más difícil sobrellevar su situación, y son candidatas a ser timadas con facilidad, por lo que os recomiendo que solo confiéis en profesionales cualificados.

 

Me costo mucho tiempo entender su actitud y su comportamiento. Es una persona que se mantiene lo más activa que puede y que goza de un humor admirable, siempre tiene una sonrisa para regalarte. Me resultaba difícil de asumir que realizara determinados esfuerzos físicos, que yo pensaba que le podían generar más molestias. Luego, he entendido que necesita exprimir los ratos en los que se siente bien, que le produce bienestar hacer esas tareas aunque sepa que después va a tener dolor, que es consciente de que lo haga o no, le va a doler, así que decide conscientemente, aprovechar los ratos buenos en tareas que le gustan y le produce bienestar realizarlas. Decide buscar su felicidad aún con dolor.

 

Las noches en general, las pasa mal. Le cuesta mucho dormir mas de 4 horas seguidas. Desde hace unos años va a clases de yoga, disciplina que junto con la practica de la relajación, le ayuda a no crisparse ante el insomnio. Toma medicación que le ayuda a conciliar el sueño, pero aún así hay noches en las que no siente que descansa. Es importante tomar la pastilla para dormir media hora antes de acostarse y en cuanto empeceis a sentir sueño, acostaos. Tampoco debéis descuidar las horas de las pastillas para el dolor, recordad que es más fácil aliviar el dolor leve que el intenso. No os sobremediqueis, si sentís que la pauta no es suficiente, consultad con vuestro médico, pero no os añadáis medicación por vuestra cuenta, puede generaros problemas mayores.

Conocí una persona que me contó que padecía dolor en los brazos y que todas las noches se perfumaba las muñecas antes de acostarse, en un intento de buscar una percepción positiva o agradable en sus brazos a través del olfato, era como reconciliarse con esa parte de su cuerpo que le había proporcionado tantas sensaciones desagradables.

 

Podría hablaros ahora de lo que los libros dicen de la percepción del dolor, pero me vais a permitir que lo haga en otra ocasión, porque ahora quiero hablaros un poco de mi. El papel de los cuidadores en estos casos es muy importante. Yo no puedo cuidar de mi madre, es autónoma, pero si le acompaño. Es importante para ella no sentirse sola, poder tener alguien con quien hablar y expresar como se siente, sus preocupaciones o inquietudes….. Es tranquilizante saber que estas siempre al otro lado del teléfono…… ( menos mal que han inventado la tarifa de llamadas ilimitadas…!!!). Así que si sentís la necesidad de ayudar a algún ser querido y cercano a vosotros pero no sabéis como, no os preocupéis, es probable que solo esperen de vosotros que les acompañéis mientras andan su camino. A veces, solo necesitamos escuchar….

 

Os dejo con una canción que me sube el animo, a ver si os funciona…. Gracias a la vida de Mercedes Sosa.

 

Begoña Belarra

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