Argi bat bidean. Una luz en el camino

Iritsi zen Paziente Biziako «Nire osasuna biziki zainduz» tailera eman behar nuen eguna.

Y llegó el día, ese día tan esperado en el que comenzábamos a impartir el Taller de Paciente Activo “Cuidando activamente mi salud”.

Ilusioz beterik geunden nire kidea eta ni  partaideen zain.

Mi compañera y yo allí estábamos esperando con mucha ilusión al grupo de participantes. Cuando llegaron, mi cuerpo y mi mente se pusieron en alerta, pensé ¡Preparadas que el taller comienza ya!

Hasieran pixka bat hotza egon arren, nire kideari esker geroz eta erosoago sentitzen joan nintzen.

Era consciente de que algo iba a cambiar tanto en el grupo como en nosotras. El comienzo fue bien, me sentía a gusto siguiendo el manual, sin embargo me mostraba un poco distante ya que me costaba interactuar con el grupo. Gracias al apoyo de mi compañera cada vez me sentía más cómoda, fui soltándome.

Saio batean begirale bat etorri zen saioa gainbegiratzera.

Entonces, llegó un día en el que nos avisaron que iba a venir una observadora a supervisar cómo transcurría la sesión. Sigue leyendo

Udara eta kurtso amaiera. Verano y fin de curso

Blog hau, tailerren jarraipen bat izatea nahi dugu, informazio gehiago lortzeko eta elkargune bat izan dadin.

Terminan también los talleres que durante estas semanas se han estado impartiendo. De esos talleres os hablamos a veces directamente y a veces como referencia indirecta en muchos de los post o entradas de este blog. De hecho, y como hemos dicho en más de una ocasión,  este espacio virtual pretende ser de alguna manera una prolongación de lo que los talleres, tanto en su función de punto de encuentro como de aportar información.

Sorprende seguir encontrando cosas, no por sabidas menos estimulantes. Y como buen fin de curso conviene repasar algunas de ellas.

Aldaketak pixkanaka sartzen badira, proposatutako lorpen bakoitzak hurrengoa lortzeko gure konfiantza sendotzen du.

Puedo. Y podría más si creyera que puedo más. No se trata de positivismo. Se trata de constatar lo que en los talleres sucede. La experiencia nos demuestra que la dificultad para adoptar hábitos saludables tiene que ver con nuestras creencias limitadoras que se ven reforzadas por intentos fallidos en el pasado. Me refiero a comer menos cantidad, o comer más fruta y verdura, dejar de fumar, andar dos o tres días a la semana, etc… “Yo no valgo para eso porque ya lo he intentado y conmigo es imposible” Esa frase entierra cualquier esperanza de cambio. Y sin embargo, si los cambios se introducen poco a poco, perseverando, definiéndolos de modo preciso y celebrando cada logro de lo que nos hemos propuesto, esas creencias anteriores empiezan a diluirse y el círculo vicioso se reemplaza en un círculo virtuoso por el cuál la consecución de cada logro propuesto refuerza nuestra confianza en conseguir el siguiente.

Hasieran gure esperientziatik abiatuz eta gero gure laguntzeko desiotik; elkarri laguntzeko sarea ehunduz goaz.

Todos como enfermos crónicos tenemos una historia que contar y que queremos compartir. Es algo que se ve en las primeras sesiones. Queremos, como si fuera una necesidad vital, que nos escuchen, y queremos contar nuestras vivencias. Y según transcurren las semanas, empezamos también a escuchar a los demás. Aportamos al principio desde nuestra experiencia y más adelante desde nuestro deseo de ayudar al otro. Se va creando una especie de conocimiento común del grupo y una red de apoyo mutuo. Y las aportaciones tienen valor y utilidad para los participantes.

Tailerretan informazioa eman eta ezagutza transmititzen dugu.

En los talleres damos información y transmitimos conocimientos.  La gente piensa que sabemos dónde está la varita mágica y desde el primer día ya saben que no la tenemos. Pero descubren que no hace falta porque ellos y ellas ya hacen muchas cosas bien. Un ejemplo: si alguien, por lo general, suele cocinar saludable son las amamas,(abuelas). Ellas van al mercado, cocinan de modo variado, hacen una dieta basada en legumbres y verduras,….Cierto es que hay que hablar de ciertos prejuicios como “no pasar hambre” o “estar mejorado” y es posible que en ese sentido los talleres sean útiles. Más que transmitir conocimientos nuevos muchas veces lo que se hace es orientar, ajustar, y darle más utilidad a lo que ya solemos hacer.

Bizitzan gauzak egiteko modurik aktiboena aukeratzea garrantzitsua da; gauza txikietaz ari naiz: igogailua ibili beharrean oinez aritzea esaterako.

Qué importante son las palabras. Dieta, ejercicio, deporte,….. Cuando las sustituimos por alimentos saludables, conocer lo que comemos, actividad física, parece que se vuelven más accesibles. Caminar lo que sea ya es importante. Elegir en nuestra vida diaria la manera más activa y menos sedentaria de hacer las cosas ya es importante. Me refiero a los pequeños gestos que podemos hacer: levantarnos de vez en cuando en nuestro trabajo sedentario, aprovechar las labores del hogar para hacer algún tipo de ejercicio de flexibilidad, quedar con los amigos para pasear en vez de para tomar un café, elegir andar en vez de coche o ascensor…Todo ello hace que la vida activa nos parezca algo más cercano.

También hay algunos temas en los que el camino por recorrer es más largo. El más relevante es el que tiene que ver con nuestra relación con los medicamentos y con el sistema sanitario. Cuesta todavía  saber qué son las medicinas que tomamos y para que nos sirven, cómo tenemos que guardarlas en casa, qué debemos de saber de ellas en cuanto a efectos secundarios, tomarlas o si creemos que nos sientan mal comentárselo a los médicos o las enfermeras, etc.. Parece como si todo lo relacionado con el sistema sanitario lo tuviéramos “externalizado”, como si no fuera con nosotros y fuera solo asunto de los médicos y las enfermeras. Pero los enfermos somos nosotros.

Hauek dira tailerretan lantzen ditugunak bertaratzen direnek erabilgarritzat eta onuragarritzat jotzen dituztenak.

Estas son algunas de las muchas cosas que seguimos constatando y aprendiendo en nuestros talleres. Al final nos quedamos con la sensación compartida de que las personas que acuden a ellos los consideran útiles y beneficiosos. Eso y la satisfacción que transmiten son refuerzos importantes a la hora de creer en la idea de que ser un paciente activo es ser un paciente más satisfecho.

Udarako azken sarrera izanik, deskantsatu eta udara aparta eta osasungarria izan!

Esta es la última entrada antes del verano. Nos tomamos unas vacaciones que creemos merecidas. Al final del verano volveremos a encontrarnos con nuevas publicaciones. Hasta entonces os deseamos que descanséis y que tengáis un verano agradable y saludable!

vacaciones-verano-2015

 

Iñaki Etxebarria

Izan gaitezen gure osasunaren arduradun. Seamos responsables de nuestra salud.

Askotan, gure osasuna mantentzea gure ardura izan beharrean, osasun langileena  dela pentsatzen dugu.

A menudo pensamos que el mantenimiento de nuestra salud es algo que le compete al personal sanitario, ya sea nuestro médico de familia o nuestro profesional de Enfermería. Muchos de nosotros hemos sido educados en un entorno social en el que pilares básicos de la sociedad como son la Educación y la Sanidad, siempre son responsabilidad de otros, y nunca de uno mismo.

Gaixotasun kroniko bat dugunok, badakigu zaintzea gure ardura dela sendagile eta erizainen laguntza eduki arren.

Nada más  lejos de la realidad.  Y eso lo sabemos bien todos aquellos que padecemos una enfermedad crónica de la índole que sea. Sabemos con creces que la enfermedad es nuestra responsabilidad, así como el manejo de la misma. Así mismo sabemos que contamos con la inestimable ayuda de médicos especialistas, nuestro médico y enfermero/a de familia, que dicho sea de paso nos conocen de maravilla y saben de nuestros pesares, sinsabores, rabietas incluso cuando las cosas se complican y no van por donde debieran… todo lo que queráis, pero en definitiva la enfermedad es nuestra, y nuestra es la responsabilidad añadida de hacer todo lo que esté en nuestra mano para encontrarnos mejor.

Paziente Biziak hori dena eta gehiago erakusten digu.

Y eso y mucho más es lo que  el  Programa Paciente Activo nos enseña. Nos acompaña aprendiendo a  añadir calidad a esa vida con una tirita, a veces más grande que otras, pero VIDA al fin y al cabo  y que merece ser vivida, ¿no os parece?.

Ardura puntu bat ez zaio inorri gaizki etortzen. Gaixotasun kroniko bat baduzue eta ziurgabetasun puntu batean bazaudete, zuen osasun zentrora joatea animatzen zaituztet. Bertan Paziente Biziko taldeetan nola parte hartu adieraziko dizute.

Una dosis de responsabilidad no le viene mal a nadie. Y si además estamos acompañados en ese aprendizaje, el resultado está más que asegurado. Es por eso que desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a todos aquellos que os encontráis en un momento de incertidumbre porque no sabéis aprender a vivir con vuestra enfermedad crónica, o porque sencillamente no lo habéis aceptado y os encontráis con ese sentimiento de victimismo y soledad que a todos nos ha atenazado en algún momento. Os animo a poneros las pilas y a buscar ayuda en vuestro Centro de Salud.  Allí pueden indicaros cómo poder formar parte de uno de los grupos de Paciente Activo.

Nik egin dut, eta zu, zerren zai zaude?

Yo ya lo he hecho, y tú ¿a qué esperas para empezar a tomar las riendas?

manos-2

IZASKUN ANTÚNEZ  TRICIO

Monitora de Paciente Activo

Berriro hastera! ¡Volver a empezar!

Los que ya tenemos una edad recordamos una madrugada de 1983 en la que Luise Rainer, emocionada y encantadora, abrió un sobre y dijo: “And the winner is… Volver a empezar” y entonces subió Garci, recogió el Óscar y nos demostró que algo de inglés sí que sabía.

Atzo sendagilearekin kontsulta eduki nuen odol analisien emaitzak jakiteko. Orria Hollywood bezala zegoen, izarrez betea *****.

Ayer recordé mucho ese momento. Tenía cita con mi médico, resultados de análisis  para conocer (no suelo consultarlos antes en la web) valorar,  comentar y, en su caso,  decidir. Pues resultó que la hojita de los análisis estaba (y está) como Hollywood: llena de estrellitas *********.

Un auténtico desastre digno de una superproducción cinematográfica en cinemascope y tecnicolor.

Ezuzte erlatiboa, atsekabea, nekea, ezintasuna, diabetesarekin bizitzea aspergarria dela…horiexek izan ziren etxerako bidean izan nituen sentsazioak.

Sorpresa relativa, disgusto, bajonazo, sensación de cansancio, de que convivir con la diabetes es un coñazo inacabable, de impotencia… fueron mis primeras sensaciones mientras volvía a casa.

Hausnartzeko garaia, lasaitzean iritsi zen.

Luego, más tranquilo, llegan el análisis, la reflexión, la valoración. Me toca resituarme en la realidad desagradable que me chilla la hoja de los análisis.

Gertatutakoaren zergatia jakitean, utzi beharreko jarrerak eta hartu beharreko jarrera berriak argi ditudanean argi geratzen zait diabetesarekin bizitzen jarraitu behar dudala eta berriz ere zaintzen hasi behar naizela.

Respirar hondo y una vez claros los hechos, las causas, las actitudes a abandonar, las actitudes a cultivar, las inercias negativas a superar y las positivas a potenciar, me encuentro ante el escenario de mí vida, en la que me resulta evidente (aplastantemente evidente) que he de seguir conviviendo con la diabetes y que si quiero recuperar el control de cómo quiero vivir con ella, he de suscribir lo que Luise Rainer nos dijo aquella noche del 83 con tanta emoción: ¡Volver a empezar!

Eta, nola egiten den? Paziente Bizian ikasi dudan bezala, pixkanaka – pixkanaka, erronka txikiekin, lorpen txikiekin.

¿Y cómo se hace? Pues lo haré como he aprendido en Paciente activo: poco a poco, pequeños retos, pequeños logros y triunfos que acumular semana a semana para alcanzar el siguiente paso.

Berriz hastea aparteko gaitasuna da. Nik Paziente Biziko kideekin ezagutzeko aukera izan dut.

Volver a empezar es una capacidad extraordinaria y absolutamente transformadora que todos tenemos aunque no la hayamos descubierto. Yo he tenido la suerte de conocerla y experimentarla compartiendo enfermedad y vivencias con los compañeros de Paciente Activo.

Eskerrik asko Paziente Bizia.

Así que, allá voy, incluso con banda sonora: Begin the Beguine. Gracias Cole Porter, gracias Luise Rainer, gracias Paciente Activo.

a

Juan Carlos Mendizabal

O23, Bagoaz berriz ere. 23F, Allá vamos de nuevo.

Gaur, otsailak 23 arratsaldeko 16:00etan Osakidetzaren Osasun Eskolako Paziente biziko beste ikastaro batekin hasiko gara. Oraingo honetan, Lasarten, eta diabetikoei eskeinia.

Hoy jueves 23 de febrero, a las 16 horas empezamos un nuevo taller del programa Paciente Activo / Paziente Bizia de la Osasun Eskola de Osakidetza. Esta vez toca el taller para diabéticos en Lasarte.

Esto es lo que de verdad da sentido a este proyecto: los talleres.

A través de ellos intentamos hacer realidad en un grupo concreto de personas todos los beneficios que sabemos que vienen de la mano de la decisión de comprometerse activamente en la propia salud.

Así que esta misma tarde nos damos el banderazo de salida: nuevo grupo, nuevo compañero monitor (que se estrena con toda la ilusión del mundo) y nueva oportunidad para todos de conocer, de conocernos, de compartir, de hacernos conscientes y de tomar decisiones.

Y todo de manera proactiva, que es nuestra forma de decir que le daremos un enfoque positivo y constructivo a lo que hagamos.

Gure gaixotasun kronikoari buruz gehiago jakiteko eta hark nola eragiten gaituen ezagutzeko aukera.

Oportunidad de conocer. Conocer más cosas sobre nuestra enfermedad crónica y como nos afecta en lo que vivimos. En cosas básicas del día a día (comer, hacer o no hacer ejercicio, relacionarnos con los demás, conocer nuestras emociones, etc.) o de no todos los días pero sí del “de vez en cuando” (acudir al médico o la enfermera, planificar algunas cosas para el futuro, etc.). No está nada mal aprender un poco, o un poco más, sobre algo que nos acompaña de seguido.

Elkar ezagutzeko aukera.

Oportunidad de conocernos. Seremos 16 personas entre asistentes y monitores que, posiblemente, no nos hayamos visto nunca antes, así que vamos a conocernos los unos a los otros (y también a nosotros mismos) de una manera muy especial: como personas que tenemos un elemento permanente en común: nuestra diabetes.

Partekatzeko aukera.

Oportunidad de compartir. Esto es para mí lo esencial y, seguramente, lo más hermoso y enriquecedor de estos talleres: compartir entre iguales nuestra  vivencia de la enfermedad crónica. Ver cómo nos afecta a cada uno, qué recursos o herramientas ponemos en juego ante ella (descubriendo que cada uno tenemos recursos que otros también pueden utilizar), como nos modifica o no el tipo de vida que queremos tener, como afrontamos los temores, las limitaciones y el hecho de que lo crónico es, eso, algo para toda la vida que tengo por delante.

Compartiendo sobre lo mismo descubrimos la enorme diversidad de vivencias y de respuestas y la riqueza que entre todos podemos poner sobre la mesa para ayudarnos. Compartimos nuestro “universo diabético” con otros “universos diabéticos” tan iguales y tan diferentes a la vez que es imposible que no crezcamos compartiendo.

Kontzientzia eta erabakiak hartzeko aukera.

Oportunidad de hacernos conscientes y tomar decisiones. A través de siete sesiones vamos a ir haciéndonos conscientes de cosas que nos limitan, de cosas que ignorábamos, de cosas que nos dan miedo, de cosas que no sabíamos que podíamos hacer, de fortalezas que tengo o puedo tener, de… tanto y tan variado.

paciente-activo2

Todo eso que descubrimos, y que además vamos compartiendo en el taller, nos hace  conscientes de situaciones positivas y negativas sobre las que podemos decidir; para aumentar las que nos ayudan y reducir o eliminar las que nos limitan.

En siete semanas tomamos decisiones, ponemos en marcha lo decidido y descubrimos al final que hemos cambiados algo (poco o mucho) y, lo más importante, que esa es una capacidad que tenemos para toda la vida: decidir para poder vivir como queremos hacerlo conviviendo con nuestra compañera crónica y hacer realidad nuestra decisión.

Descubrimos que podemos ser nosotros quienes decidimos cómo vamos a dirigir y vivir nuestra vida; y no la diabetes la que nos va a dirigir y limitar decidiendo por nosotros más allá de lo que estrictamente le corresponde.

Esperientzi hau bizi nahi duenak, osasun zentrora etor dadila eta Osakidetzako Osasun Eskolako Paziente biziko tailerrengatik galde dezala.

Así que el que quiera vivir esta experiencia porque tiene una enfermedad crónica, porque convive en su entorno con la enfermedad crónica o porque está fenomenal y siente que mantener la buena salud es una tarea a la que vale la pena dedicar algo de tiempo, que acuda a su Centro de Salud y pregunte por los Talleres del programa Paciente Activo / Paziente Bizia de la Osasun Eskola de Osakidetza. Ya estáis tardando.

 

Juan Carlos Mendizabal

Agradecer y celebrar

Si en este momento me pidieran mencionar a todas las personas que me han permitido ser la persona que hoy día soy, obviamente  no podría. Evidentemente estarían las personas más cercanas, la familia de origen, la familia actual, amistades significativas, algunos compañeros, jefes o profesores de  proyectos profesionales, sociales o de procesos de formación. Pero sería consciente de estar dejando en el olvido tantas y tantas personas que a lo largo de mi existencia,  con sus  acciones, han sido de una u otra manera maestros y maestras de mi vida. Sentiría estar siendo injusto. Ser consciente de que han existido  personas que ni recuerdas, resulta frustrante. Por ello, procuro  dar las gracias por lo que recibo y celebrar de inmediato las ocasiones que creo se merecen, por si después no hay ocasión o simplemente, no me acuerdo.

A lo largo de estas semanas estamos desarrollando un nuevo taller de Paciente Activo en el que participo como monitor. Esta es mi sexta colaboración en talleres del Programa y cada vez me asombra más como resulta una experiencia absolutamente única en la que en algún momento aparecen auténticos maestros y maestras de la vida.

La pasada semana ocurrió de nuevo. Todo iba normal, los temas que tratábamos eran “los del manual”, alimentos saludables, etiquetas de nutrición, el sodio, la sal, etc. El ambiente era normal, entramos a abordar como trabajar con la ansiedad y como vivir positivamente y de pronto una historia en primera persona hizo que el resto de los presentes quedáramos sin palabras, quietos, con los ojos enganchados en la protagonista. El relato resultaba absolutamente conmovedor, auténtico, duro, de los que no te dejan indiferente, solo sin palabras.

Todo transcurrió dentro de un respetuoso silencio y al finalizar cada uno dio las gracias a la persona que quiso compartir su experiencia.

Los monitores tenemos instrucciones de no salirnos del guion y por lo general somos bastante cumplidores. Pero esta vez lo que  tocaba era cerrar el manual y escuchar lo que ningún libro puede expresar con la fuerza y determinación que un  participante del taller puede hacerlo y con ello aportar a los demás presentes una lección magistral que sin duda nos hará cambiar algún pensamiento o creencia que nos permitirá crecer y mejorar.

En breve terminaremos los encuentros y habrá finalizado el taller. Para mí podría ser, uno más, pero no. Cada uno es especial, distinto a pesar de haber impartido el mismo temario y con los mismos medios y método. Son esos destellos de maestría de la vida que atesoran muchos de los participantes y que florecen cuando el clima es propicio lo que hacen que cada vez sea una experiencia excepcional. Junto a los agradecimientos por lo compartido y aprendido procederemos a celebrar lo vivido, para que en nuestra memoria quede un recuerdo de alegría y gratidud por todo lo recibido.

Ánjel Irastorza

Creencias

Puedo contaros que mi vida podría haber sido de otra forma, aunque no es así, ya que cuando cumplí 4 años, mi padre murió y tuvimos que mudarnos todos a Madrid, mi madre y mis siete hermanos. Mi madre tuvo que ponerse a trabajar, y nosotros los niños, repartidos. Mis hermanos internos en un colegio y las niñas internas en otro de lunes a viernes durante una dura temporada tanto para mi madre como para nosotros, cada uno lo vivía como le tocaba y podía. No se trata de contaros mi vida que seguro podría ser apasionante, como siento que podría serlo la de cualquier persona, pero si que me crié en un barrio muy muy humilde, de donde recuerdo que siempre quise salir. Quería otra vida, me negaba a creer que por vivir donde me había tocado vivir no podría conseguir lo que sabía que había fuera y que yo quería explorar, y que yo quería vivir. Así que  me esforcé por conseguirlo y muy importante, me lo CREÍ. Ardua tarea ya que pasaron 29 años hasta que me fui, (pero me fui) y ahora con 48 años veo que lo que soy hoy, no podría ser sin haber pasado por todo aquello que no quería…..

Las CREENCIAS se instalan en nosotros a partir de un acontecimiento de referencia que, a veces es un shock. Cuando sucede el acontecimiento, le atribuimos un sentido, tal vez arbitrario, pero  quizás es el único que se le puede dar en ese momento. Es un aprendizaje que te permite adaptarte para sobrevivir,  son como filtros que tenemos entre el mundo y nuestra comprensión de él.

De estas vivencias entre muchas cosas, salió la CREENCIA de que “soy lo suficientemente fuerte y puedo con todo”, de aquí podría sacar muchas cosas positivas, que llamaremos CREENCIAS POTENCIADORAS, como por ejemplo el hecho de tener ese “espíritu de lucha” (es muy cansado, creerme…),  que me hace esforzarme y luchar y me cuesta mucho tirar la toalla, en muchas de mis vivencias  me ha sido y de seguro será muy útil. Sin embargo, aplicando estas creencias con excesiva intensidad (que también hago), hacen que en ocasiones mi comportamiento sea inadecuado y  excesivo como por ejemplo que me cuesta mucho pedir ayuda, incluso excesivo en intensidad, como que asumo responsabilidades en exceso, que no sé decir que no...(estoy en ello…), responsabilidades o roles que no me corresponden o no puedo con ellos, y esto, pesa mucho…(efecto quemada, stress mantenido, etc…). Estos “roles” son comportamientos que  posiblemente se deriven de factores externos (trabajo, jefes, presión ambiental, etc..) o propios (si no lo hago yo, quien lo hará?…tengo que hacer lo imposible...). Algunas de estas creencias pueden ser muy radicales y constituir los propios valores, e incluso estar vinculados al nivel de la identidad, por ejemplo de estas vivencias es posible que saque incluso una “guerra” que tengo abierta contra las injusticias (mis injusticias…) como si fuera una de las misiones de mi vida…..

Creo que somos esclavos de nuestras creencias porque no reflexionamos sobre ellas de manera consciente, para nosotros son evidencias y no se cuestionan. Para mi, son una manera de controlar las cosas…..

No veo fácil  poder transmitir lo que son las CREENCIAS, seguramente un psicólogo, o un coach lo haría genial, pero me he aventurado a hacerlo yo,  porque me apasiona, (y tal vez sea un tanto osada..),  cogiendo por aquí y por allí, definiciones de talleres, cursos, libros, blogs, mezclándolo y poniéndolo en mis propias palabras podría resumirlo más o menos así: “Nuestro entorno y los valores llegan a condicionar como actuamos, las creencias forman nuestra manera de ver y entender el mundo, por supuesto desde nuestra perspectiva, y se van generando a lo largo de nuestra vida. Las creencias influirán en que mejores o no en cualquier ámbito de tu vida, por lo que  se hace importante creérselo para poder conseguirlo, no bastará solo con el esfuerzo ya que  las creencias  deciden como actuamos y si queremos cambiar algo, se hace necesario ver de donde vienen y trabajar por cambiarlas en caso necesario”.

Os dejo con una frase del libro del Doctor Miguel Ruiz “los cuatro acuerdos” que a mi me encanta, la verdad que me encanta el libro entero y si no lo habeis leído, os lo recomiendo: “el autorrechazo nace de la imagen (creencia) que tenemos de lo que significa ser perfecto y de la imposibilidad de alcanzar ese ideal…”

 

Ani Galende

De amplificadores y ecualizadores

Llegó a la primera sesión con evidente escepticismo. No sabía muy bien lo que se iba a encontrar ni qué se esperaba de él. Después de 6 años de diabético empezaba a ser complicado mantener sus niveles de glucosa dentro de lo razonable, como lo era seguir pautas, no descuidarse. Un conocido le descubrió la existencia de estos cursos, se acercó a su ambulatorio y aquí estaba, convencido de que una vez más le iban a sermonear, a reprochar errores, a poner en tela de juicio su forma de hacer o de dejar de hacer.

Era a lo que se había acostumbrado tras convivir con un sinfín de agoreros, diabéticos como él, que le anunciaban tiempos peores y desastres inevitables, ¡¡el apocalipsis!! “Ya vendrá Paco con las rebajas”, “lo tuyo es una larga luna de miel que algún día acabará”, “avisado estás”… esperando esa oportunidad para decir “ya te lo había dicho”.

Menos mal que en casa el ambiente era otro. A pesar de las ausencias a horas intempestivas para correr un ratito, no había reproche. Y había reconocimiento por el evidente esfuerzo que conlleva evitar el picoteo, no comer esa magdalena que se ha quedado sola, no engullir esa paella que me está llamando… Pero fuera todo parecía deberse a la suerte.

¿Y con qué quedarse? ¿Con lo que vives en casa o con lo que te dicen quienes supuestamente saben? ¿De qué fiarse? ¿De lo que surge del cariño o de lo que nace de la, digamos, experiencia? Dudas, muchas dudas y mucha desconfianza también.

Pero ¡sorpresa! Apenas media sesión y ya se había relajado. Para empezar los monitores tenían el mismo problema que él y hablaban abiertamente de sus logros y sus fracasos, de sus miedos y de sus deseos. No había mejores ni peores. Todos a lo mismo y para lo mismo, y todos entusiasmados al compartir “sus intimidades” con quienes seguro que saben entenderlas.

El grupo de participantes funcionaba como un amplificador. A medida que pasaba el tiempo crecía el sonido, el intercambio de experiencias, las aportaciones, la franqueza. Y podía escuchar con nitidez cada mensaje, cada idea, en parte gracias al empeño de esos dos ecualizadores amateurs que con bastante éxito, dirigían el curso.

Aquel que entró desconfiado salió más seguro de sí mismo. Gente que sabía, al menos es lo que él consideraba, se había empeñado en reforzar aquello que hacía bien para enfrentar su realidad. Y comprendían sus errores, su esporádica dejadez, sus dificultades para sortear a la pereza y a la persistente y tenaz tentación.

Salió convencido de que estaba en el buen camino, en un buen lugar.

Jose Blanco

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