Las condiciones climatológicas de este año están favoreciendo el retraso en la aparición del brote de gripe anual, aunque ya empiezan a aparecer los primeros casos y se espera el brote como muy tarde en febrero.
¿Qué es la gripe?
Es una infección que ataca nariz, garganta y pulmones y que se propaga fácilmente. En general la contraemos cuando inhalamos gotitas provenientes de la tos o de los estornudos de alguien que ya la tenga. También la podemos contraer si tocamos algo que contenga el virus y luego nos tocamos la boca, la nariz o los ojos.
A menudo confundimos gripe con resfriados. Son dos procesos distintos pero algunos síntomas coinciden. En ambos casos son producidos por virus. La diferencia fundamental, entre los virus que producen un resfriado o la gripe, es que el virus de la gripe es específico cada año, por eso las campañas de vacunación de la gripe tienen que ser rediseñadas anualmente ya que el virus muta muy rápidamente y aparecen nuevas cepas que hacen que las vacunas de años anteriores no sirvan. Los virus que pueden contagiar un resfriado son múltiples, por eso podemos tener varios resfriados al año.
La gripe suele empezar de repente, con fiebre alta, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal, puede haber mareos, náuseas y vómitos. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo aproximado de una semana.
Un resfriado puede tener algunos síntomas similares, como congestión nasal, dolor de cabeza y garganta, tos, picor de ojos, estornudos pero se diferencia en que no hay fiebre o ésta es más baja.
La gripe tiene dos síntomas que la diferencian de un resfriado: fiebre mucho más alta, alrededor de los 38 grados y quebrantamiento general o dolor de huesos generalizado, es esa sensación de que nos duele todo el cuerpo y no podemos levantarnos de la cama.
Tenemos que tener en cuenta que como la infección es vírica y no bacteriana no podemos usar antibióticos para tratarla porque estos no son eficaces ante los virus. Los tratamientos que podemos usar son sintomáticos, es decir alivian los síntomas y nos hacen más llevadera la enfermedad mientras dure, pero no atacan la causa.
Estos medicamentos son los llamados antigripales que suelen tener tienen varios compuestos:
- uno de ellos será un analgésico/antipirético que puede ser paracetamol o ácido acetil salicílico o ibuprofeno y sirve para paliar el dolor o estado de malestar general así como para bajar la fiebre. La mayoría de los antigripales que usamos tiene paracetamol
- Otro compuesto es un antihistamínico para tratar la secreción nasal, los estornudos y el lagrimeo.
- Otro es un descongestivo para desatascar la nariz en la congestión nasal.
- También puede tener un antitusivo.
Suelen venir en forma de pastillas efervescentes o sobres solubles, esto es porque de esta forma se absorben más rápidamente que si son en comprimidos. Algunos antigripales llevan el apellido forte, nos parece que son mejores pero la diferencia es que la dosis de analgésico es mayor (1000 mg. de paracetamol en vez de 650mg.) y realmente no es necesario.
Aunque en general estos medicamentos son compatibles con la mayoría de otros medicamentos, las personas que llevan tratamientos crónicos deben consultar con un sanitario para saber si hay algún problema al tomarlos a la vez.
La forma de tomarlo es de un sobre o comprimido efervescente cada 8 horas durante 3 días. Si pasado este tiempo no se nota mejoría progresiva de los síntomas entonces se debe acudir al médico para que haga una valoración. La mayoría de las personas no necesitan que les vea un médico cuando tienen síntomas de gripe porque en general no están en riesgo de presentar un cuadro gripal grave pero sí será necesario si los cuidados personales no están funcionando.
Tenemos que saber que no es lo mismo una gripe en una persona sana que en una persona anciana o que tiene cualquier enfermedad crónica. Hay que tener en cuenta que estas infecciones víricas a veces pueden dar lugar a complicaciones bacterianas pulmonares como una neumonía. Son las personas que están en alto riesgo de sufrir complicaciones por la gripe las que pueden necesitar ir al médico si la contraen.
Además de guardar cama y tomar antigripales es importante tomar bastantes líquidos que por un lado nos mantienen hidratados ya que la fiebre nos hace sudar bastante, y por otro nos ayuda a humedecer las mucosas y la tráquea para que el sistema respiratorio responda con mayor elasticidad ante la tos y ésta sea menos dolorosa.
No fumar ni beber alcohol.
Es importante tomar medidas para evitar contraer la gripe o contagiar a otras personas si ya se tiene.
La principal medida preventiva es la vacunación en el periodo de campaña antigripal que va de octubre a diciembre. Se recomienda a pacientes de riesgo: aquellos que tienen enfermedades crónicas , embarazadas y mayores de 65 años.
Para no contagiar además es importante quedarse en casa al menos un día sin fiebre , no compartir alimentos ni utensilios , cubrirse la boca con pañuelo al toser y tirarlo luego a la papelera, lavarse la manos con frecuencia y siempre tras estornudar o toser. Si no se dispone de pañuelo, toser sobre la manga de camisa, no al aire y evitar siempre tocarse ojos, nariz y boca ya que la gripe se transmite por contacto o proximidad con mocos y secreciones.
El periodo de incubación de la gripe es de aproximadamente 2 días. Lo tendremos en cuenta tanto si la padecemos como si son personas próximas a nosotros las que la tienen, intentando evitar el contacto directo, extremando las medidas de higiene y en época de brote de gripe teniendo especial cuidado con sitios cerrados o grandes aglomeraciones.
Una de las medidas más eficaces y sencillas para evitar contagiarse o transmitir tanto la gripe como otras infecciones respiratorias es el LAVADO DE MANOS frecuente con jabón normal; no es necesario usar desinfectantes ni antisépticos. Siempre se debe realizar tras ir al baño, antes de comer y tras estornudar o toser. Como el virus está en las secreciones de nariz y boca es importante mantener las manos alejadas de la cara ya que lo distribuimos a todo aquello que tocamos posteriormente.
En lugares con mucha gente durante periodos de gripe hay que tener en cuenta que todo lo que se tocamos con las manos como puede ser barandillas, manillas de puertas, interruptores, botones de ascensor, etc. puede ser foco de contagio ya que muchas personas no se lavan las manos después de estornudar y pueden tocar algo que nosotros posteriormente tocaremos.
Nos lavaremos siempre las manos al llegar a casa.
Elena Resines
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