Todos tenemos en casa un armario, una caja o cajón, lleno de medicamentos, a veces más de uno. Es como un tesoro al que acudimos cuando necesitamos aliviar algún mal ya conocido o cuando queremos poner remedio a algún malestar que no sea grave. Es nuestro botiquín casero o familiar. Debe servir, para tratar dolencias, molestias, síntomas leves o comunes que puedan aparecer en el ámbito doméstico.
Algunos pequeños problemas de salud no necesitan ser consultados en un centro de salud y otros, en cambio, necesitarán de un remedio o tratamiento hasta que sean valorados por personal sanitario.
El lugar o recipiente donde se va a guardar el material de un botiquín debe ser opaco, resistente y además fácil de manejar y transportar. Ha de estar en un lugar libre de humedad, protegido de la luz y de las altas temperaturas para que no se alteren las características y propiedades de los medicamentos, por lo que la cocina o el baño no son lugares adecuados. Hay que ponerlo lejos del alcance de los niños y es aconsejable tenerlo siempre a mano y guardarlo siempre en el mismo sitio para que toda la familia pueda utilizarlo. Nunca debe emplearse para guardar cosas de otro uso.
El material de curas (pinzas, tijeras, gasas…) debe guardarse en perfecto estado, limpio, desinfectado y las gasas abiertas sin usar deben desecharse o usarlas para algo que no sea la cura de una herida. Un envase abierto no garantiza la esterilidad del producto. Antes y después de usar el botiquín hay que lavarse las manos con el fin de evitar cualquier tipo de contaminación.
Todos los medicamentos y accesorios deben estar identificados con el nombre y mejor también anotar para que dolencia se usan, es mejor guardados en su caja original, con su prospecto y deben mantenerse en un cierto orden, porque solo serán útiles si se sabe lo que se busca y se encuentra fácilmente. En el caso de los líquidos, mejor usar, en la medida de los posible, envases de plástico y evitar el cristal debido a su fragilidad.
Es importante anotar la fecha de apertura de cualquier fármaco o producto. No se deben conservar medicamentos que hayan cambiado de forma, color, contengan posos o lleven abiertos demasiado tiempo sin usar.
La fecha de caducidad es fundamental. Debe estar visible, resaltada y es conveniente revisar el botiquín cada cierto tiempo, por ejemplo cada 6 meses.
El botiquín no es un almacén con restos de medicamentos. Si algún fármaco está a punto de caducar o se ha terminado un tratamiento y ha sobrado medicamento que ya no se va a usar se puede llevar a una farmacia próxima, donde habrá un punto de reciclaje, punto de recogida SIGRE.
¿Qué podemos llevar a un punto SIGRE?: medicamentos caducados, medicamentos que no se necesiten, cajas de medicamentos y envases vacíos o con restos.
Qué no debemos llevar a un punto SIGRE? : Agujas, termómetros, gasas, productos químicos, radiografías, pilas.
Es muy útil tener en el exterior o interior del botiquín o del lugar donde guardemos los medicamentos teléfonos de utilidad en caso de emergencia: centro de salud, emergencias 112, ambulancias o Centro Nacional de Toxicología.
¿Qué podemos tener en un botiquín casero? Podemos tener material para hacer unas curas básicas, algunos accesorios, y medicamentos.
Por un lado están los medicamentos que necesitaremos puntualmente para tratar molestias que no necesiten en principio de una valoración médica, teniendo en cuenta siempre que no haya antecedentes de alergias a ellos así como interacciones con otros medicamentos que usemos por cualquier enfermedad crónica. Aquí estarían los analgésicos, antitérmicos, antiinflamatorios, antidiarreicos…
Por otro lado estarían aquellos medicamentos que tenemos que tomar habitualmente y que nos han sido prescritos por nuestro médico de familia o algún especialista, y que tomamos debido a alguna enfermedad crónica u otro proceso; nunca deberemos suspenderlos, a no ser que nos lo indiquen. Estos medicamentos pueden estar en una caja o lugar diferente al botiquín ya que son de manejo más frecuente.
En las próximas semanas desarrollaremos un poco más estos elementos…
Elena Resines